Flan es un término que deriva de un vocablo francés, a su vez procedente del alto alemán antiguo flado (que puede traducirse como «torta»). Se denomina flan a una preparación gastronómica cuyos ingredientes principales son azúcar, leche y huevo.
Cocción y variaciones
La mezcla del flan se lleva a baño maría para que cuaje: es decir, se la coloca en un recipiente que, a su vez, se ubica dentro de otro que presenta agua hirviendo. Lo habitual es que el molde donde se realiza el flan se cubra previamente con caramelo (azúcar que primero se funde y luego se endurece).
Es importante mencionar que al flan se le pueden incorporar otros ingredientes, como jugo (zumo) de naranja, chocolate o esencia de vainilla. En algunos casos también se agrega harina.
Además de los diferentes tipos de flan, también varían sus acompañamientos. En Argentina, por ejemplo, es habitual comer el flan con dulce de leche. Otra opción es acompañarlo con crema chantillí (crema batida -nata montada- con vainilla y azúcar).
Flan vegano
A simple vista, da la sensación de que el huevo y la leche son ingredientes esenciales del flan. Sin embargo, así como ocurre con la mayoría de las recetas, existen alternativas veganas que prometen resultados muy similares, tanto en la consistencia como en el sabor. A continuación veremos una para preparar un flan de vainilla sin ningún producto de origen animal, cuyo aspecto final es perfectamente comparable con el de la receta tradicional.
Comencemos por listar los ingredientes necesarios para un flan de hasta cinco porciones:
* bebida de soja, medio litro;
* harina de garbanzo, cuatro cucharadas;
* fécula de maíz, cuatro cucharadas pequeñas;
* agar agar, una cucharada pequeña;
* azúcar granulada, un cuarto de taza;
* margarina vegetal, dos cucharadas;
* esencia de vainilla;
* canela en polvo;
* cáscara de limón;
* agua.
En primer lugar debemos poner el azúcar y la fécula de maíz en un recipiente y mezclarlos. Aparte, echamos en media taza de agua la harina de garbanzo, revolvemos bien y luego agregamos el azúcar y la fécula de maíz. Llega el momento de mezclar todo hasta que el resultado sea una sustancia bien espesa. Al mismo tiempo, llevamos al fuego la bebida de soja con la cáscara de limón y la esencia de vainilla en una olla pequeña. Cuando alcance el hervor, echamos la mezcla anterior y cocemos durante unos cinco minutos, revolviendo para que no se adhiera al fondo ni se queme.
Cuando se haya cocido bien, retiramos la mezcla, agregamos la margarina, revolvemos y sumamos el agar agar, que ayudará a espesar el flan. Por otro lado preparamos el caramelo, poniendo el azúcar con un poquito de agua en una olla y cocinando a fuego medio durante tres minutos. El caramelo se debe colocar debajo de la mezcla del flan. Dejamos que alcance temperatura ambiente y finalmente lo llevamos al refrigerador, donde debe permanecer al menos dos horas antes de poder servirlo con el acompañamiento deseado.
Historia del flan
Los orígenes del flan son remotos. Se cree que ya se elaboraban dulces similares en la Antigua Grecia y en el Imperio romano, por ejemplo. La característica que distingue al flan más allá de sus variedades es su textura algo gelatinosa.
Casero o industrial
Aunque es habitual preparar flan casero, varias empresas elaboran flan a nivel industrial y lo comercializan envasado. En estos casos suele tratarse de flanes individuales. Por otra parte, incluso se venden mezclas de flan en polvo.
Flan salado
Cabe resaltar que también existen los flanes salados. En este grupo podemos mencionar platos como el flan de zanahoria, el flan de espinaca y el flan de zapallito (calabacín), entre otros.