El vocablo griego kampḗ, que se traduce como «curvatura», derivó en el latín vulgar camba. Este término, a su vez, llegó al italiano como gamba (que puede traducirse como «pierna»).
En nuestro idioma, se denomina gamba a un animal invertebrado que forma parte del grupo de los artrópodos, más precisamente del subfilo de los crustáceos. Se trata de una especie similar al langostino, aunque de menor tamaño y sin sus surcos.
Analizando esta definición, podemos acceder a información importante sobre las gambas. Son animales invertebrados ya que carecen de columna vertebral; al ser artrópodos, por otro lado, su cuerpo se encuentra cubierto por una cutícula y presenta simetría bilateral, estando formado por varios segmentos. Las gambas también son clasificadas como crustáceos debido a que presentan un caparazón, dos pares de antenas y varios apéndices, además de respirar a través de branquias.
Las gambas pueden mencionarse como mariscos ya que son comestibles. Como son similares a los langostinos y a los camarones, muchas veces en los restaurantes se utiliza el concepto para aludir también a estas especies.
Una receta típica que se elabora con gambas son las gambas al ajillo, un plato tradicional de España. Para prepararlas, primero se fríe ajo en aceite de oliva y luego se añaden las gambas peladas. Las gambas a la plancha también son muy populares.
Otra de las recetas más conocidas con estos mariscos es la ensaladilla de gambas, la cual se cocina con una base de legumbres y verduras. Por lo general, se come a lo largo de todo el año, sin importar la temperatura (nótese que las ensaladas suelen predominar en verano y primavera, precisamente por no ser platos calientes).
Este entrante es fácil de elaborar, muy sabroso y nutritivo. Para prepararlo necesitamos los siguientes ingredientes: medio kilo de patatas, un cuarto kilo de gambas, dos latas de atún, cien gramos de guisantes, mahonesa y aceitunas.
El primer paso para elaborar la ensaladilla de gambas es pelarlas y cocerlas en agua con un poco de sal. La idea es que se vuelvan tiernas y que pierdan su color rosado para quedar blancas. Llegado este punto es el momento de lavarlas con agua del tiempo, sin deshacernos de la que usamos para la cocción, ya que en ella cocinaremos los guisantes.
Por otro lado debemos pelar las patatas, cortarlas en pequeños cubos y cocerlas en otra cacerola, agregando una pizca de sal. Cuando estén listas, debemos dejar que se enfríen y mezclarlas con los guisantes y el atún (previamente, escurrido). Finalmente, ponemos mahonesa a gusto, las aceitunas troceadas y las gambas, y llevamos la ensaladilla al frigorífico hasta que llegue el momento de servirla.
El cóctel de piña con gambas es otra receta relativamente fácil de preparar, además de muy nutritiva. Este plato tradicional se suele comer principalmente en verano y primavera, por lo general como entrante. Los ingredientes son los siguientes: medio kilo de gambas, media piña, lechuga, mahonesa, ketchup, salsa tabasco y brandy.
En primer lugar, debemos echar las gambas en agua hirviendo. Cuando el agua vuelva a hervir, las retiramos, las escurrimos y las sumergimos en otro recipiente con agua, mucho hielo y sal. Después de un rato debemos pelarlas y dejarlas bajo una hoja de papel de cocina. Por otro lado, pelamos la piña y la cortamos en cubitos.
La salsa se prepara añadiendo un poco de brandy, ketchup y tabasco en la mayonesa. En una copa se debe poner la lechuga cortada en juliana, las gambas, las piñas y la salsa rosa. Se puede decorar con perejil.
En algunas regiones, la idea de gamba se emplea en el lenguaje coloquial para aludir a las piernas. «Meter la gamba», por otra parte, refiere a cometer una equivocación. Por ejemplo: «Esta mañana caminé varias horas: me duelen las gambas», «Con esas gambas como para no enamorarme», «Hoy metí la gamba en el trabajo y mi jefe me regañó».
