La gula es el mecanismo humano caracterizado por el apetito desmedido en el comer y el beber. Dentro de las normas de la religión cristiana, una persona que se deja llevar por sus ansias de comer y/o beber más de lo que su cuerpo necesita, está cometiendo un pecado capital.
En el habla coloquial el término se utiliza para hacer referencia a una actitud de apetito exagerado, sin entrar en juicios morales. Algunas frases que suelen decirse que incluyen esta expresión son: «No comas más. Es por gula y no por hambre que estás haciéndolo», «No te dejes dominar por la gula, ¡todos tenemos que comer!», «Anoche me entregué a la gula y hoy me duele el estómago, pero no me puedo quejar».
La gula en el cristianismo
Para la religión cristiana existen tres tipos de pecados: los mortales (los más graves), los veniales (los más comunes) y los capitales (relacionados con las tentaciones más peligrosas de la carne). Los pecados capitales son siete: lujuria, pereza, ira, envidia, avaricia, soberbia y gula. Cabe mencionar que al día de hoy este último se conoce también como glotonería.
Este pecado se comete porque existe un desorden espiritual en el individuo que lo lleva a perder el control sobre sus propios actos. La forma en la que se materializa esta inestabilidad es dando rienda suelta a los impulsos más fuertes del cuerpo; en cada persona los deseos de la carne varían, de acuerdo a sus tendencias. En el caso de las personas que son dominadas por la gula, suele haber una gran ansiedad que se manifiesta por un desorden en el deseo prioritario para ellos: el comer.
Un riesgo para la salud
También se dice que alguien es dominado por la gula cuando come o bebe algo que sabe que le generará problemas de salud. El deseo por obtener placer es más fuerte que su propia conciencia sobre el trastorno que le ocasionará su accionar, y no puede resistir el impulso.
A su vez, una persona que no es capaz de disfrutar de los alimentos, sino que se concentra en comer cuanto pueda durante la comida, también incurre en este pecado capital. En este caso, suelen ser individuos que no prestan atención a quienes le acompañan durante la comida y que comen con voracidad.
Cabe mencionar que un concepto opuesto a la gula es el ayuno. Se conoce como tal la abstinencia voluntaria de comida por un cierto período de tiempo. El ayuno puede realizarse por motivos religiosos, políticos o de salud.
La gula en el arte
Los pecados capitales se han hecho eco en numerosas obras de arte. Existe, por ejemplo, una pintura de Pieter Brueghel que se titula «Los siete pecados mortales o los siete vicios» en la que se ven ilustradas las siete debilidades que provocan dichos errores.
De la gula en particular se han hecho diversas pinturas y también ha aparecido en numerosas narraciones a lo largo de la historia. Aquí presentamos algunos ejemplos.
- En «La Divina Comedia» de Alighieri, la gula es una de las protagonistas. Allí, los penitentes que se encuentran en el Purgatorio son obligados a pararse entre dos árboles de los que cuelgan frutas a las que ellos no pueden alcanzar; es una forma de castigo para que puedan comprender lo dañino y distorsionado que es su deseo.
- Hieronymus Bosch, más conocido como el Bosco, dedicó gran parte de su carrera a trabajar los pecados capitales a través de diversas técnicas. Así, realizó una serie de pinturas en las que expuso las características de cada uno de los siete pecados capitales. La más famosa es aquella donde se ven plasmados los siete; el de la gula es representado con un hombre que está comiendo con avidez, parece ido de la realidad, solamente presta atención al acto de comer. Dicha pintura se conoce con el título de «La mesa de los siete pecados capitales». También hizo otra pintura sobre la gula exclusivamente; se titula «Alegoría de la gula y la lujuria». En ella se ve a un grupo de personas comiendo y bebiendo desaforadamente, tienen los rostros iluminados, como poseídos por una fuerte pulsión interna.