Las habilidades interpersonales son parte de las destrezas del ser humano que se enmarcan en el conjunto de las habilidades blandas. Engloban a todas las destrezas, cualidades y capacidades que le permiten a alguien forjar buenos vínculos sociales y lograr una óptima interacción social.
Resultan esenciales para construir lazos sólidos en el día a día y posicionarse bien dentro del ámbito laboral. Dando muestras de empatía, compromiso, flexibilidad para adaptarse a los cambios, excelente disposición tanto para la comunicación como para la escucha activa, actitud positiva, sinceridad y tolerancia se fortalece la imagen personal en todos los planos. En el camino profesional, en tanto, se valoran mucho el liderazgo, el poder de negociación, la adaptabilidad y la responsabilidad, entre otras cuestiones que trazan un buen perfil de empleado/a. Para desempeñar un rol en áreas de atención al cliente, por detallar un caso puntual, es indispensable ofrecer buen trato y demostrar habilidades con orientación al servicio, dotes para la escucha con interés y atención, facilidad para hacer relaciones públicas y talento para la negociación y la resolución de conflictos.
Cabe resaltar que quien construye su camino demostrando confianza en uno mismo, afán de superación, honestidad, motivación, asertividad y ética laboral cuenta con mayores chances de abrazar el éxito y concretar sus metas que aquellos que poseen una inclinación notoria hacia el pesimismo, se imponen desde la soberbia, no tienen constancia y no se esfuerzan por alimentar los vínculos sociales ni por tener en consideración al prójimo.
Desarrollo de habilidades interpersonales
Si bien la personalidad, el carácter y el temperamento de alguien resultan clave al momento de la generación de vínculos humanos, existen estrategias, técnicas y otros recursos destinados a favorecer el desarrollo de habilidades interpersonales y las conductas sociales positivas.
Un buen punto de partida es estimular y ejercitar el autoconocimiento porque es vital en materia de desarrollo personal. Un conocimiento propio profundo, a conciencia y sincero proporciona información útil acerca de debilidades y fortalezas, contribuyendo a reconocer aspectos y rasgos que conviene modificar y otros que vale la pena potenciar.
Conectarse (o reconectarse) con el organismo a nivel físico, mental y espiritual, hacer meditación e identificar las emociones que se van experimentando y el impacto o efecto que ellas tienen en los demás es aconsejable para conseguir bienestar emocional, estabilidad psicológica, autoestima elevada y un equilibrio beneficioso a nivel individual y colectivo.
Implementar técnicas de relajación es recomendable, asimismo, porque ayuda al manejo de la ansiedad y a una efectiva gestión del estrés. También se suele sugerir hacer terapia cognitiva conductual cuando se necesita hacerle frente a reacciones no deseadas, sentimientos o pensamientos negativos a fin de evitarlos y transformarlos en comportamientos deseables guiados por emociones e ideas positivas que propicien la adaptación y un modo saludable de afrontar y resolver situaciones problemáticas.
Participar en seminarios de desarrollo personal, realizar cursos centrados en la formación de habilidades interpersonales y leer artículos o libros especializados en integración e interacción social son otras alternativas a considerar.
Beneficios de las competencias en materia interpersonal
Los beneficios de las competencias en materia interpersonal son numerosos. Se logra a través de ellas alimentar la inteligencia emocional, mejorar la comunicación y, en definitiva, evolucionar en la comprensión de los demás y en la propia capacidad de expresión.
Quienes se ocupan de cultivar y consolidar las habilidades interpersonales consiguen una salud mental más estable, disfrutan el privilegio de tener y hacer amistades, están en condiciones de brindar apoyo emocional a gente de su entorno afectada por problemáticas o realidades complejas y pueden desenvolverse sin mayores dificultades dentro de una sociedad cualquiera sea la posición o el cargo que vayan ocupando. De carecer de recursos y capacidades enlazados a la interacción con uno o más individuos, en tanto, por lo general se tiende al aislamiento por temor, vergüenza o imposibilidad a la hora de socializar.
Habilidades interpersonales en distintos contextos
Para sumar oportunidades de triunfar a lo largo de la vida en el plano personal y en la esfera profesional es primordial entrenar las habilidades interpersonales desde edad temprana. Es valioso saber desenvolverse bien, con seguridad, autonomía y decencia en todo momento, lugar y contexto.
Desde la niñez hay que enseñar a saber escuchar y transmitir la importancia de respetar, adaptarse, alcanzar un buen manejo de la frustración y sobrellevar los inconvenientes u obstáculos con calma y actitud positiva.
A los lazos familiares hay que animarlos y mantenerlos, básicamente, desde el afecto y la cercanía. Pero existen elementos comunes a todas las relaciones sociales que deberían estar siempre presentes más allá del nivel de confianza o el tipo de vínculo que se forje. En los sitios de trabajo, en los entornos académicos y en cualquier espacio ocasional donde se establezcan conexiones sociales tendrían que prevalecer la armonía, la aceptación, la cooperación, la bondad, la conciencia social y el altruismo.