La lengua de señas le permite a las personas sordas comunicarse y comprender, a través de un código de expresión con estructura gramatical propia, aquello que no llegan a oír.
Lenguaje de señas es una expresión socialmente extendida que alude a la lengua de señas, tal el modo correcto de hacer referencia a la lengua natural de la comunidad sorda.
Esta herramienta de comunicación, que por impulso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adquiere visibilidad cada 23 de septiembre por ser el Día Internacional de las Lenguas de Señas, es esencial para que aquellos que no pueden expresarse con la palabra ni oír tengan la chance de comprender el mundo que los rodea, manifestar sus deseos o necesidades y, en definitiva, estar incluidos dentro de la dinámica cotidiana de una sociedad.
Cabe destacar que, a nivel internacional, rigen distintas lenguas de señas. Es posible distinguir, en este marco, a la Lengua de Señas Mexicana (LSM) y a la Lengua de Signos Española (LSE), por mencionar dos casos concretos. También es enriquecedor tener en cuenta que, en territorio argentino, las personas sordas poseen como patrimonio, tanto lingüístico como cultural, a la llamada Lengua de Señas Argentina (LSA) que difiere de, por ejemplo, el lenguaje de señas británico (BSL) y el lenguaje de señas americano (ASL).
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ResumenLenguaje de señas en múltiples ámbitos
La lengua de señas se aplica en múltiples ámbitos, pero todavía queda mucho trabajo por hacer en materia de inclusión social.
Es indispensable enseñar este sistema de comunicación a toda la población desde edad temprana a fin de facilitar la interacción entre individuos con y sin sordera (trastorno también definido como deficiencia auditiva o hipoacusia).
Es importante instruir y aprender la lengua de señas en el ámbito educativo para naturalizarla desde la infancia, promover la socialización y demostrar, a través de su conocimiento y empleo, respeto, empatía y aceptación.
Lo ideal sería capacitar a niños, jóvenes y adultos para que todos, sin excepción, estemos en condiciones de comunicarnos sin limitaciones. Así, pues, sería más sencillo para la comunidad sorda sentirse comprendida y reconocida en ámbitos laborales y otros espacios.
Toda nación tiene que garantizar derechos. En este sentido, no hay que perder de vista que la población sorda conforma una comunidad lingüística respaldada con historia, tradiciones, identidad y una cultura propia. Es necesario y justo asegurar, por ejemplo, que cada uno de los miembros de este sector social acceda a una educación inclusiva con alfabetización bilingüe.
El movimiento y la disposición de las manos resultan esenciales para desarrollar e interpretar el alfabeto manual.
Expertos en interpretación de lengua de señas, en tanto, son imprescindibles en toda clase de circunstancia de alcance colectivo, aunque no siempre se les da lugar. Sí es habitual, por apuntar referencias específicas, apreciar la labor de estos especialistas en transmisiones de actos oficiales de un Estado y en determinados eventos públicos. En el caso de contenidos audiovisuales, como los transmitidos por televisión o en el cine, el subtitulado es un recurso de suma importancia. Cabe resaltar incluso que la mayoría de los televisores ofrece una función para mostrar en pantalla subtítulos al ver filmes y programas televisivos.
En el desarrollo de encuentros religiosos, espectáculos artísticos y acontecimientos deportivos siempre tendría que haber alguien dedicado a transmitir e interpretar la lengua de señas, modalidad que tendría que ser dominada, principalmente, por integrantes de fuerzas de seguridad y del sistema de salud.
Ayudas técnicas para sordos
Las investigaciones científicas, las habilidades y los saberes de profesionales especializados en cuestiones de audición y el avance de la tecnología hacen posible que cada vez existan más ayudas técnicas para sordos.
Hoy en día hay una amplia variedad de audífonos accesibles para mucha gente y se mejora con implantes cocleares la calidad de vida de quienes presentan daños en el oído interno.
En simultáneo hay recursos, como el conocido como TTY (teletypewriter), que han sido especialmente diseñados para facilitar la comunicación de individuos sordos. La tecnología de asistencia para sordos abarca programas de traducción automática de lengua de señas y plataformas que apelan a la inteligencia artificial para, entre otras acciones, enseñar e interpretar lengua de señas.
Los audífonos y el sistema de implante coclear son alternativas que le mejoran la calidad de vida a una gran cantidad de personas con problemas y dificultades vinculados a los oídos.
Difusión del lenguaje de señas
La difusión de la lengua de señas es tan importante como su implementación en la vida diaria. Hay que multiplicar los cursos de aprendizaje al respecto y en cada país tiene que haber proyectos de ley y normativas relacionadas a la implementación y valoración de la lengua de señas.
Es enriquecedora la labor informativa y el accionar que las organizaciones de personas sordas hacen para derribar mitos, combatir prejuicios y lograr una inclusión real que vaya más allá de los discursos políticamente correctos. Los talleres, las conferencias y el activismo en todas sus formas contribuyen a saber más sobre los usuarios de lengua de señas y sus necesidades.
Resulta interesante mencionar además que la Semana Internacional de las Personas Sordas (desarrollada año tras año durante el tramo final de cada mes de septiembre), en su edición 2023 tuvo como lema una expresión destinada a concientizar acerca del derecho de los sordos a ser comprendidos en todo momento y lugar al comunicarse mediante la lengua de señas. Es responsabilidad de toda la humanidad, y un compromiso que todos los seres humanos debiéramos tomar, que esta necesidad e intención de la comunidad sorda, en el corto o mediano plazo, pueda concretarse sin limitaciones ni excepciones.
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