
El materialismo científico explica la realidad a partir de la evolución biológica.
El materialismo es una doctrina de la filosofía que considera que la realidad material es la única que existe. En este marco, incluso el pensamiento se presenta como una manifestación de la materia.
Cabe destacar que generalmente se entiende por materia a aquello que ocupa un lugar en el espacio y puede percibirse a través de los sentidos. El universo físico, en este contexto, está constituido por lo material y por la energía. La idea de materia también se entiende por oposición al espíritu o el alma.
De acuerdo al materialismo, lo único existente es la materia. La conciencia, de este modo, es una consecuencia de ella.


Historia del materialismo
Los orígenes del materialismo son muy lejanos ya que en el tercer milenio antes de Cristo comenzaron a postularse las primeras afirmaciones que pueden enmarcarse en esta doctrina. Babilonios y egipcios fueron los primeros en reflexionar sobre el origen material de la naturaleza.
En China y en la India también se desarrollaron planteos materialistas, al igual que en la Antigua Grecia. El agua y el fuego fueron algunos de los elementos a los cuales se les atribuyó el nacimiento de lo real.
A partir de la Edad Media, el materialismo se abordó desde distintas perspectivas de la filosofía y derivó en corrientes y enfoques como el materialismo dialéctico, el materialismo cultural y el materialismo científico. Actualmente, asimismo, el término se emplea como sinónimo de consumismo: la tendencia de privilegiar lo material por sobre lo espiritual, lo cual lleva a adoptar un estilo de vida que gira en torno a la búsqueda de dinero, las posesiones materiales y el lujo para lograr el bienestar.

Para el materialismo histórico, los conflictos derivados de la desigualdad económica y social motorizan el avance de la historia.
Sus características
La premisa central del materialismo es que todo lo que tiene existencia es material. Dicho de otro modo: no hay nada más allá de la materia. Los fenómenos que el ser humano conoce son una consecuencia de interacciones materiales.
En su esencia, el materialismo sostiene que aquello que no es posible percibir no existe. Esto abarca, por ejemplo, a Dios. Por otro lado, afirma que el conocimiento solo puede derivar de la percepción de los sentidos.
Por sus particularidades, el materialismo resulta opuesto al idealismo. Para los idealistas, lo mental es el sustento de la realidad. De acuerdo a Immanuel Kant (impulsor del idealismo trascendental), por mencionar a un filósofo ampliamente citado, los objetos físicos son solo apariencias.
De acuerdo a la ontología (la rama filosófica que estudia la existencia y el ser), el materialismo es un monismo: una teoría que afirma que una única sustancia compone todo lo real. Otras teorías, en cambio, reconocen dos (dualismo) o más sustancias (pluralismo). Es habitual que se vincule el materialismo al fisicalismo, que atribuye la realidad a la materia pero contempla otras modalidades de existencia física.
Como se puede advertir, la definición de materia es uno de los grandes temas del materialismo. Otra de sus temas de interés es la conciencia, que entiende como un efecto de reacciones químicas que tienen lugar en el cerebro.

A nivel coloquial, se menciona como materialismo a la tendencia que lleva a privilegiar el consumo.
Tipos de materialismo
Es posible distinguir entre distintos tipos de materialismo de acuerdo a sus rasgos. Se trata de corrientes o miradas que, si bien comparten el hecho de ser calificadas como materialistas, evidencian diferencias entre sí.
El materialismo histórico es el marco teórico elaborado por Karl Marx y Friedrich Engels. Considerado la base del marxismo, el materialismo histórico manifiesta que los conflictos que derivan de la contradicción entre las fuerzas productivas y los modos de producción constituyen el motor de la historia. Para estos pensadores, la lucha de clases impulsa los cambios políticos y sociales y lleva a la revolución.
En el materialismo histórico se distingue entre una clase social explotadora (la burguesía, que dispone de los medios de producción) y una clase social explotada (el proletariado, que carece de dichos medios y, por lo tanto, está forzado a vender su fuerza de trabajo). Siguiendo con este razonamiento, en el capitalismo la fuerza de trabajo es una mercancía cuyo valor equivale a los bienes necesarios para la subsistencia del trabajador; sin embargo, los trabajadores no solo cubren ese valor, sino que llevan a cabo un trabajo excedente o plustrabajo que se lo apropia el capitalista.
Otro aspecto clave del materialismo histórico es el reconocimiento de una infraestructura económica de la sociedad, sobre la cual se desarrolla una superestructura jurídica y política. Partiendo de esta visión, se entiende que la economía (la vida material) condiciona la conciencia.
El materialismo dialéctico, por su parte, apela a la dialéctica para la interpretación de la realidad. Esta corriente señala que la conciencia deriva de la materia y se centra en las leyes que rigen el funcionamiento de la sociedad y la naturaleza, mientras que el materialismo histórico estudia específicamente el devenir histórico a partir de la lucha de clases.
El materialismo cultural, en tanto, se aplica en la sociología y la antropología. Su especificidad está dada por priorizar las condiciones materiales para explicar las características socioculturales. También reconoce una infraestructura (las relaciones de producción), una estructura (la organización de la sociedad) y una superestructura (la ideología y la religión).
También se habla de materialismo eliminativo, que rechaza la existencia de los fenómenos mentales. Esta postura elimina las propiedades cualitativas que se le suelen atribuir a los estados de la mente.
El materialismo científico, finalmente, explica la realidad partiendo de los conocimientos que aportan la biología y la ciencias naturales en general. Por eso indica que el universo se compone solo de entidades materiales que se rigen por fuerzas físicas.