El núcleo del sujeto es un elemento de suma importancia dentro de toda oración ya que es la palabra que señala quién lleva a cabo la acción indicada en el predicado. Gracias al análisis sintáctico es posible ir reconociendo cada una de las partes de las estructuras examinadas (sustantivo/pronombre, verbo, complementos, determinantes, etc).
Es fundamental tener presente que el núcleo correspondiente al sujeto mantiene un vínculo de concordancia tanto de número como de persona con el verbo que, dentro del predicado, asume el rol de núcleo.
Cómo identificar al núcleo del sujeto
Antes de aprender cómo identificar al núcleo del sujeto en una oración es necesario refrescar algunos saberes o bien instruirse sobre ellos para ampliar los conocimientos. El sujeto, por ejemplo, se caracteriza por ser el segmento sobre el cual se informa algo y por expresar quién o quiénes lleva (o llevan) a cabo la tarea que se cita en la sección bautizada como predicado.
Hay múltiples clases de sujeto. La variedad abarca al sujeto simple (el cual incluye a un único núcleo como en «El perro movió su cola al reconocer a su amo»), al sujeto compuesto (donde figuran al menos un par de núcleos como en «María y Jorge llevaron donaciones a la iglesia»), al sujeto explícito (aquel que está expresado de modo evidente en el enunciado: «Los estudiantes aprobaron el examen») y al sujeto implícito (como no está claramente mencionado en la oración al también definido como sujeto tácito o sujeto elíptico hay que deducirlo prestando atención a cómo se está conjugando el verbo: «Soñé con koalas y jirafas»). De trabajar con la modalidad de voz pasiva, en tanto, adquieren notoriedad el sujeto paciente (se descubre al observar quién es destinatario de la acción verbal que él no lleva a cabo) y el sujeto agente (presente en la voz activa como sintagma nominal que cuenta quién efectúa el acto descripto).
Un modo rápido y sencillo para averiguar cuál es el núcleo del sujeto consiste en preguntarse de qué o de quién se habla en la oración, es decir, acerca de quién se está indicando una acción. Por ejemplo: «Mi vecina ganó un concurso». ¿Quién ganó el concurso? La vecina. Por lo tanto, vecina es el núcleo que aparece en el sujeto «Mi vecina». El verbo (ganó) es en esta oportunidad el núcleo del predicado que arranca en «ganó» y se completa con «un concurso».
Clases de oraciones
Al prestar atención a las características de cada enunciado no tarda en advertir la existencia de numerosas clases de oraciones. El uso de uno u otro tipo de contenido dependerá del contexto en el cual se encuentre el emisor del mensaje y de su intención.
En este sentido, no se puede pasar por alto la necesidad de expresarse con corrección y cuidado al emplear un lenguaje formal, mientras que hay que dominar un vocabulario particular y preciso con terminología concreta de una cierta disciplina científica o profesional para comprender el lenguaje técnico. En caso de mantener una conversación cotidiana, relajada, entre pares o familiares, seguramente uno elija manifestarse con un lenguaje informal como el caso del lenguaje coloquial.
Si el objetivo del hablante es preguntar algo, entonces habrá que hacer uso de una oración interrogativa como lo es, por proponer un ejemplo a modo de referencia, «¿Vamos al cine?». Un sentimiento o una reacción, por otra parte, se evidencia a través de la denominada oración exclamativa: «¡Me encanta ese vestido!».
La oración negativa («No le avisó a ningún compañero la novedad»), la oración afirmativa («La maestra felicitó a todos sus alumnos») y la oración imperativa («¡Te prohíbo salir de casa sin mi permiso!») son otros recursos a disposición del emisor.
Cómo afectan los modificadores al núcleo del sujeto
A continuación enumeraremos diversos elementos (complementos) que pueden presentarse en una oración y detallaremos cómo afectan los modificadores al núcleo del sujeto.
En primer lugar vale la pena destacar que existen construcciones o vocablos que realzan al sustantivo al sumar datos sobre él o contribuir a describirlo o definirlo.
El sintagma nominal que compone al sujeto dentro de una oración puede incluir adverbios, adjetivos, artículos o pronombres. Estos términos que adquieren la función de acompañar al núcleo del sujeto pueden ser, en base a sus características, un modificador directo o un modificador indirecto. Los primeros rodean directamente al núcleo (inmediatamente antes o después de él), mientras que los modificadores indirectos sirven para determinar o caracterizar al núcleo pero apelando a palabras intermediarias, como el caso de una preposición.
En la oración «El hijo de mi prima compró un tractor», el sujeto arranca en ‘el’ y concluye en ‘prima’. ‘Hijo’ es el núcleo del sujeto, mientras que «de mi prima» es el modificador indirecto. Si analizamos «Mis amigas norteamericanas llegarán mañana», en cambio, tendremos a ‘Mis amigas norteamericanas’ como sujeto. Y dentro de él, tanto ‘mis’ como ‘norteamericanas’ son modificadores directos y ‘amigas’, el núcleo.