Palidecer es perder intensidad en el color del rostro.
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Una persona puede palidecer por distintas causas. Este cambio físico suele asociarse a una menor llegada del flujo sanguíneo a la piel, aunque también puede deberse a un nivel bajo de glóbulos rojos en la sangre.
Muchas veces palidecer es un efecto abrupto y temporal de una emoción. En este sentido es importante tener en cuenta que las emociones provocan respuestas fisiológicas para que el organismo se adapte a las circunstancias y así el sujeto pueda reaccionar ante aquello que le provocó la emoción.
Cuando alguien siente que está en peligro y tiene miedo, el flujo sanguíneo en el sector superior del cuerpo se reduce ya que la sangre es dirigida a las extremidades inferiores para favorecer la huida. Por lo tanto, ante esta situación, el rostro tiende a palidecer.
Si la pérdida de color se da por cuestiones de salud, como el mencionado descenso en el nivel de glóbulos rojos, es importante buscar ayuda médica. Por otra parte, antes de señalar el aspecto pálido de otra persona, debemos preguntarnos por qué se da y tener el mayor tacto posible antes de comentárselo.
Algunos ejemplos
Veamos el término palidecer en algunas oraciones de ejemplo para entender su significado en contexto: “Al notar que el pequeño no reaccionaba, la mujer comenzó a palidecer”, “Creo que apenas vi al hombre armado empecé a palidecer”, “La película tiene varias escenas que me hicieron palidecer”.
En la primera oración, se habla de una mujer a quien la invadieron sensaciones muy negativas ante la falta de señales de vida de un niño, lo cual derivó en que palideciera. La desesperación, la tristeza, la impotencia que podemos sentir cuando vemos que otra persona está en peligro y no podemos ayudarla son motivos comunes de este fenómeno en la circulación.
Continuamos con un ejemplo en el cual el emisor asegura que la imagen de un extraño empuñando un arma de fuego fue suficiente para hacerle perder el color del rostro. Más arriba mencionamos la utilidad de palidecer ante una situación de peligro, ya que la sangre se dirige a las extremidades, y éste caso pertenece a esa categoría. Por último, a través de la ficción también podemos experimentar un sinfín de sensaciones y sentimientos, incluyendo todas las citadas hasta el momento, de manera que no es raro palidecer a causa de ciertas imágenes.
Perder esplendor, relevancia o fuerza
Palidecer también refiere a lo que padece aquello cuyo esplendor, relevancia o fuerza disminuye: “El amor en la pareja comenzó a palidecer luego de un viaje al Caribe”, “Los escándalos de la vida privada no lograron palidecer la fama del actor”, “Los productos de moda suelen palidecer cuando aparecen otros más novedosos”.
En sentido figurado, palidecer es perder esplendor, relevancia o fuerza.
Como vemos en los tres ejemplos, esta acepción se debe entender en sentido figurado. En el primero se hace referencia al amor de dos personas, es decir al lazo sentimental que las une, el cual perdió fuerza luego de un viaje en particular. Es probable que hayan conocido aspectos de la otra que no les agradaran y que se dieran cuenta de que no habían escogido a su verdadera otra mitad.
El segundo ejemplo habla de un actor que ha protagonizado diferentes escándalos públicos que han expuesto sus problemas personales ante todo el mundo; sin embargo, esto no ha conseguido que su carrera perdiera relevancia. Finalmente, una afirmación que se cumple casi sin excepción: el ciclo de la moda deja en la oscuridad los productos de la temporada anterior, priorizando los más recientes.
