Se conoce como panadería al recinto donde se produce y/o se comercializa el pan. El término también alude al oficio del sujeto dedicado a la elaboración de este producto.
Cabe destacar que el pan es un alimento que se prepara cocinando una masa de harina, agua y, por lo general, levadura. A partir de esta receta básica, se pueden incluir múltiples ingredientes y obtener diferentes clases de panes.
Se estima que el ser humano comenzó a producir panes miles de años antes de Cristo, cuando dejó de ser nómade y se volvió sedentario. Si bien no se conoce con exactitud la época de su creación, se estima que tuvo lugar aproximadamente hace 12 mil años. Con respecto a las panaderías, ya en la Antigua Roma había muchas.
A partir de la Edad Media, las panaderías empezaron a incorporar hornos. De hecho, la receta del pan ha atravesado varios cambios drásticos a lo largo de la historia: al principio era un producto seco, duro y amargo, que debía sumergirse en agua hirviendo antes de consumirse.
Retomando la historia de las primeras panaderías, hay quienes apuntan al siglo II a. C. en Roma, pero también quienes sugieren que la venta de pan al público la habían inventado los antiguos egipcios. En el año 2002, un grupo de investigadores de Norte América afirmó haber hallado los restos arqueológicos de una panadería del 3000 a. C., en el Oasis del Jariyá.
Hoy en día existen diversos tipos de panaderías, ya que algunas cuentan con hornos pero otras se limitan a vender el pan que se elabora en otros lugares.
Podemos encontrar, por lo tanto, panaderías independientes que tienen su propio horno y que, por lo general, se especializan en algunos panes en particular. Por otra parte, hay panaderías que comercializan los productos que genera alguna fábrica: no se dedican, de este modo, a la producción.
Además existen las franquicias que preparan el pan siguiendo una receta específica y respetando fórmulas ya preestablecidas. Estas tiendas constituyen cadenas cuyos integrantes ofrecen las mismas opciones a los consumidores en todos sus establecimientos.
En las tiendas pertenecientes a una franquicia no siempre se preparan los productos, sino que en muchos casos la elaboración se centraliza en una fábrica y luego se lleva a cabo un proceso de reparto que cubre todos y cada uno de los establecimientos asociados. Esta táctica es la que ofrece la mayor estabilidad en cuanto a la calidad y el sabor de los productos, ya que todos vienen del mismo sitio.
Cabe destacar que muchas panaderías realizan también productos de pastelería. Así, junto a los panes presentan tortas o pasteles; tartas; facturas o bollos; y otras propuestas. Incluso pueden poner a disposición de sus clientes ciertas comidas saladas como sándwiches y empanadas.
Una de las características que suele diferenciar las panaderías que elaboran sus propios productos de aquellas que los reciben de distribuidores externos es que las primeras pueden vender pan caliente, recién sacado del horno, con su corteza especialmente crujiente y su miga en su punto más húmedo y esponjoso. Pocas cosas se comparan con el placer que causa comer pan recién hecho, a pesar de la sencillez de su receta.
Así como el pan es un elemento fundamental en la alimentación de muchas culturas, la panadería también lo es y ocupa un lugar simbólico más allá de su función alimentaria. Muchas personas se levantan a primera hora de la mañana para ir a comprar el pan, como si se tratase de un rito que deben cumplir para poder comenzar su jornada con buena fortuna. Ir a comprar el pan es una actividad característica del día a día en muchas ciudades del mundo.