La renovación celular es la capacidad que tiene el organismo de lograr un equilibrio entre la división de las células (que permite producir nuevas células) y la muerte de éstas. Esta renovación celular es un proceso dinámico que implica la producción de nuevas células que son idénticas a las células madre; mientras tanto, otras células mueren.
Cabe destacar que renovación es el proceso y el resultado de renovar (hacer que algo regrese a su estado original o anterior; cambiar una cosa vieja por una nueva). Celular, por su parte, es lo que está vinculado a las células (el constituyente primordial de los seres vivos).
La tasa de renovación celular
Existe una tasa de renovación celular para cada clase de célula. En algunos casos, la renovación celular es veloz y las células que mueren se «reemplazan» o se «recuperan» a gran velocidad. En otros casos, en cambio, la renovación celular resulta lenta.
Esto quiere decir que, pese a que la totalidad de los órganos cuenta con células que pueden renovarse, la tasa de renovación celular varía en cada caso. Por lo general, a mayor especialización del órgano, la capacidad de la renovación de sus células será menor.
La renovación celular no sólo está vinculada a la anatomía: la herencia genética también es importante. Por otra parte, los hábitos son relevantes en la renovación celular ya que la alimentación, la actividad física y el consumo de sustancias como alcohol o tabaco afectan el proceso.
Un ejemplo
Un ejemplo de renovación celular ocurre en la piel cuando una persona se broncea y luego va perdiendo el color adquirido.
Esto se debe a que las células de la piel se renuevan con el paso de los días y, de este modo, el tono que produjo la acción de los rayos solares se elimina de forma paulatina.
La renovación celular según Jonas Frisen
Según un biólogo sueco llamado Jonas Frisen, no todas las células del cuerpo tienen la misma edad, y la diferencia es verdaderamente considerable. Sin importar la edad de una persona, su cuerpo tiene muchos años menos: entre 7 y 10, para ser más precisos. Esto se debe a que gran parte de nuestros tejidos se encuentran en una renovación celular constante.
Frisen es también el creador de un método que permite calcular la edad de las células que pretende desvelar más secretos, como la razón de que tarde o temprano la renovación celular se detenga y, por consiguiente, muramos. Por otro lado, este descubrimiento señala que algunas células nunca se renuevan, permanecen en nuestro organismo desde que nacemos; se trata de la minoría, y en este grupo es posible que se encuentren todas o casi todas las pertenecientes a la corteza cerebral.
El cálculo de la edad de una célula
Para el cálculo de la edad de una célula humana, existen diversas técnicas que consisten en etiquetar el ADN con algún componente químico, aunque no resultan tan precisas. Frisen propuso observar el enriquecimiento de carbono 14 que el ADN experimenta cuando la célula nace, aunque esto no puede practicarse a nivel celular sino con tejidos, para que la penetración de dicha sustancia sea mayor y permita una estimación más correcta de la edad.
Según un estudio, los músculos de las costillas de personas cuya edad ronda los 40 años mostraron una edad promedio de 15,1. En el caso de las células epiteliales que se encuentran en la superficie del intestino, la renovación celular se da cada cinco días, mientras que el resto del intestino no supera los 15,9 años de vida.
Si bien hay expertos que sostienen que el cerebro no es capaz de generar neuronas nuevas cuando completa la formación de su estructura, una científica de nombre Elizabeth Gould puso esta certeza en duda a principios del siglo XXI, y todo esto nos demuestra que la renovación celular tiene varias sorpresas para nosotros, algo que entusiasma especialmente a quienes sueñan con combatir el envejecimiento y, ¿por qué no?, la muerte.