Rugir es un verbo que hace referencia a emitir un sonido muy fuerte o un bramido. Se trata de la acción que realizan ciertos animales para expresarse.
Por ejemplo: “Cuando el niño cayó en la jaula, el león comenzó a rugir”, “Si estás en la selva y escuchas rugir a un animal, te recomiendo tratar de ocultarte”, “Tras el disparo al aire, el tigre dejó de rugir”.
Cuando un animal emite un rugido, lo que hace es forzar la vibración del hueso hioides que se encuentra en la garganta, adaptando además las cuerdas vocales y la laringe para la acción. El rugido sale con fuerza por la boca abierta del ejemplar que ruge.
Por qué pueden rugir los animales
Los animales pueden rugir por diferentes motivos. Es frecuente que rujan cuando se encuentran furiosos o cuando quieren desafiar a otro animal en la competencia para encontrar pareja. La defensa del territorio también puede incluir rugidos.
Al rugir, el animal emite un bramido en el que pueden distinguirse tres momentos o instancias. El rugido comienza como un quejido, luego se transforma en un sonido fuerte con tonos de baja frecuencia y finaliza con gruñidos.
El león de la Metro Goldwyn Mayer
Sin lugar a dudas, el rugido de animal más famoso de la historia es el que realizaba y realiza el león de la Metro Goldwyn Mayer. Se trata de la imagen de un animal de ese tipo rugiendo que se usa para dar comienzo a modo de entrada o introducción a todas las películas que se encuentran producidas por la mencionada compañía estadounidense de producción y distribución de filmes.
La historia de utilizar a ese felino como cabecera y marca distintiva de sus largometrajes tiene su origen en la idea del que era director de publicidad de la Metro en 1924, Howard Dietz. En concreto este se inspiró en el león del logotipo de la Universidad de Columbia y así se optó grabar a uno verdadero rugiendo. El animal elegido fue Leo, que tuvo una vida realmente singular: sobrevivió a un accidente de avión y a dos de tren, a una inundación, a un terremoto e incluso a un incendio. Con el paso del tiempo sería sustituido por otros.
Rugir en el caso del ser humano
En el caso del ser humano, la idea se emplea de manera simbólica. Se dice que una persona ruge cuando está enojada y eleva la voz o grita.
Es habitual que se mencione que alguien “ruge” cuando intenta defenderse o cuando pretende defender a un ser querido: “Al escuchar la acusación contra su hijo, el hombre empezó a rugir y hubo que calmarlo entre cinco policías”, “Si vuelven a meterse con mi familia, voy a rugir y me van a tener que escuchar”, “¡Ya deja de rugir y tranquilízate! No es un asunto tan grave”.
No obstante, no podemos pasar por alto que de manera coloquial se utiliza el verbo rugir de otra forma, vinculado a ciertos sonidos. En la expresión “Esta mañana no he desayunado y mis tripas no paran de rugir”, por mencionar una posibilidad, se utiliza para indicar que el estómago está haciendo ruido porque la persona tiene hambre.