El valor de mercado puede surgir de un análisis financiero.
El valor de mercado es el precio que se le atribuye a un activo según lo que se estima que los compradores aceptarían pagar por él en un momento específico. Se trata, por lo tanto, de una valoración económica de un servicio o un producto en un ámbito de competencia libre.
Muchos analistas indican que no debe confundirse el valor de mercado con el precio de mercado. En este sentido, el precio es la cantidad de dinero que hay que desembolsar para contratar un servicio o comprar un producto; el valor, en cambio, es una cuantía subyacente que se calcula a partir de la combinación de diversas variables.
No obstante, hay quienes equiparan el valor del mercado al precio de mercado. Por lo tanto es importante prestar atención al contexto y al modo en que se fijan estas cifras en cada caso.
Suele indicarse que, para que el valor del mercado y el precio de mercado sean idénticos, el mercado en cuestión tiene que funcionar con eficiencia y debe primar la racionalidad. Cuando hay desequilibrios o un mercado que no es eficiente, el valor real no se refleja en el precio.
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ResumenCómo se calcula
En un sentido amplio, y teniendo en cuenta las aclaraciones realizadas líneas arriba, el valor de mercado se calcula en base al libre juego de oferta y demanda. Debe considerarse que el valor es dinámico ya que, justamente, la oferta y la demanda no se mantienen fijas, sino que experimentan modificaciones con frecuencia.
La situación de la economía, la estabilidad política, los acontecimientos sociales e incluso la percepción de los compradores, consumidores o usuarios respecto a la calidad son otros factores que intervienen en la definición del valor de mercado. Considerando estas cuestiones, al valor de mercado se le reconocen características como la volatilidad (ya que registra fluctuaciones) y la subjetividad (por cómo inciden las percepciones de cada actor económico).
Otros rasgos del valor de mercado son la transparencia (se establece a partir de la libre competencia y se da a conocer a todos los agentes) y la relatividad (puede cambiar según la comparación que se realiza con otros productos o servicios con rasgos semejantes).
No puede dejar de mencionarse que la determinación del valor de mercado también depende del activo en cuestión. Un inmueble puede ser tasado por un operador inmobiliario, mientras que una obra de arte puede valuarse a partir de una subasta. Los bonos y las acciones, en tanto, adquieren su valor de mercado según los intercambios que se dan en la bolsa.
Cuando hay especulación, el valor de mercado cambia.
Ejemplos de valor de mercado
Supongamos que una persona decide poner en venta su casa. Luego de hacer varias averiguaciones, considera que su valor de mercado es de 50.000 dólares. Esa es la cifra por la cual, en principio, el sujeto está dispuesto a concretar la operación. Es probable que, si no recibe ofertas en el corto o mediano plazo, advierta que el valor de mercado es inferior y entonces pida menos dinero. O que si alguien le hace una oferta concreta más baja respecto al valor que él estableció (de 47.000 dólares, por mencionar una posibilidad), el propietario la termine aceptando. Por lo tanto, el precio de mercado con el cual se concreta la transacción difiere del valor original.
Tomemos ahora el caso de una empresa que cotiza en la bolsa de valores. Si en un día en particular las acciones de la compañía cotizaban a 100 pesos cada una y la firmaba contaba con 5 millones de acciones en circulación, el valor de mercado de la entidad (o sea, su capitalización bursátil) en aquella jornada era de 500 millones de pesos.
Otro ejemplo de valor de mercado es el que define el dueño de un automóvil usado a lo hora de ofrecerlo a la venta. Tras un análisis técnico de las características del vehículo y una comparación con otros similares, decide pedir 8.000 dólares por el coche. Un mes más tarde logra venderlo por esa cifra, con lo cual el valor de mercado coincidió con el precio de venta.
Una crisis financiera o una recesión inciden en el valor de mercado.
Su importancia en el sector inmobiliario
El concepto de valor de mercado es muy importante en el sector inmobiliario. Dicha valuación es clave para cotejarla con los precios que se manejan en un momento concreto.
Para realizar la valorización, lo habitual es que primero se busquen inmuebles de características similares en la misma zona. Esa comparación es necesaria para comenzar a definir el valor. De todos modos, lo conveniente es que la tasación sea realizada por profesionales capaces de realizar un análisis de mercado y de incorporar otras variables como las características de la propiedad (tipo de construcción, antigüedad, cantidad de ambientes, etc.), su cercanía a diferentes servicios y la conexión con medios de transporte.
Cuando se establece el valor de mercado de una casa o un departamento (apartamento), se define cuál sería la cantidad económica que el vendedor aceptaría y un comprador estaría dispuesto a pagar para concretar la transacción sin presiones. Dicho valor no necesariamente resultará coincidente con el precio de venta.
Puede afirmarse que el valor de mercado de un inmueble es intrínseco a él, en el sentido de que se calcula en base a las características de la edificación y de su ubicación. El precio que finalmente se paga, en cambio, tiene que ver con otros factores, como los indicadores económicos del país o las necesidades específicas del vendedor y del comprador. Alguien que tiene varias propiedades como inversiones puede gestionar la relación entre el valor de mercado y el precio de mercado de un modo diferente a quien está obligado a pagar deudas o a aquel que debe mudarse con urgencia.
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