La cacerola suele ser de menor tamaño que otros recipientes similares
Una cacerola es una vasija metálica que se emplea para realizar guisos y para cocer los alimentos. El término deriva de cazo, un recipiente o utensilio de cocina.
TemasCaracterísticas generales
Las cacerolas cuentan con asas para facilitar su manipulación y también tienen tapa. Disponen de una estructura cilíndrica, en la cual se depositan los ingredientes de las preparaciones que se desean realizar.
Existen otros recipientes que son similares a las cacerolas, como las ollas y las marmitas. Sin embargo, las cacerolas se caracterizan por tener poca profundidad en comparación al resto de los objetos que se utilizan con finalidades similares.
El pollo a la cacerola es una receta que suele prepararse en estas vasijas. Lo habitual es que primero el pollo se corte en trozos, los cuales se sellan en una sartén. Luego se introducen en la cacerola con cebolla, pimiento (morrón) y ajo y se cubren todos los ingredientes con salsa de tomate. La cacerola finalmente se deja en el fuego unos treinta minutos.
Cuidados y precauciones
A continuación veremos algunos consejos para cuidar y mantener las cacerolas, enfocándonos principalmente en las que se fabrican en acero inoxidable. Este material es ideal para su uso en la cocina, ya que soporta temperaturas muy altas. Sin embargo, tiene su punto débil: los alimentos se pegan con facilidad, algo que casi nunca ocurre en un recipiente antiadherente.
Cuando recién compramos una cacerola, lo normal es que encontremos sobre su superficie algunas etiquetas adhesivas, las cuales dejan restos del pegamento cuando las retiramos. No sólo debemos quitarlas antes del primer uso, sino usar agua caliente y detergente para asegurarnos de que la cacerola quede absolutamente limpia. El diámetro del hornillo (también llamado hornalla) siempre debe ser igual o menor al del recipiente.
Antes de comenzar a cocinar ciertos platos, es común que necesitemos calentar la cacerola para no echar los ingredientes directamente sobre el metal frío. Sin embargo, se recomienda colocar al menos un chorrito de aceite en la base, sobre todo si dejaremos el recipiente sobre el fuego por más de unos pocos segundos. Tras retirar la cacerola del fuego, debemos apoyarla sobre una superficie apta para el calor, y lejos de cualquier material que se puede derretir, como ser bolsas de plástico.
Para evitar que la cacerola se manche, es importante mantenerla siempre limpia. Conviene lavarla en cuanto se enfría, por lo cual no se aconseja dejar los alimentos dentro durante mucho tiempo. Si la llevamos al fregadero cuando aún está caliente y le echamos agua fría, corremos el riesgo de deformarla. Si bien el acero inoxidable es un material muy resistente, no debemos usar esponjas muy abrasivas, ya que pueden dejar arañazos.
El cacerolazo
Es importante indicar que la cacerola no solo se usa en la cocina. En varios países, se ha convertido en un instrumento de protesta: las personas golpean las cacerolas con cucharas u otros elementos para hacer ruido en señal de disconformidad.
El cacerolazo es una forma de manifestación muy común en Latinoamérica
A este tipo de manifestación se lo conoce como cacerolazo o cacerolada. En Argentina, los cacerolazos realizados en diciembre de 2001 fueron decisivos para llevar a la renuncia al por entonces presidente Fernando de la Rúa, quien se vio forzado a abandonar su cargo ante la presión popular y la falta de respaldo de las fuerzas políticas de la nación.
En la historia de Chile también encontramos varios ejemplos de este tipo de manifestación haciendo uso de cacerolas, como ser a principios de la década de 1970 por la crisis económica, en 1983 a raíz de la dictadura militar de Pinochet, en 2011 contra el proyecto HidroAysén, en 2016 contra la presidenta Michelle Bachelet y en 2018 para exigir la renuncia del intendente Luis Mayol.
