El término crónica tiene su origen en el latín chronica, cuyo antecedente etimológico se haya en el concepto griego kronika biblios. El término hace referencia a un relato que narra acontecimientos según su organización cronológica.
Por ejemplo: «Cuando leí por primera vez las crónicas de Marco Polo, quedé fascinado», «El diario El Vespertino publicó una interesante crónica sobre el partido de ayer», «Las crónicas de la cumbre señalan que el mandatario uruguayo se retiró ofuscado».
La crónica como género
La crónica es un género al que es un tanto complicado definir, sin embargo podríamos afirmar que existen dos tipos de crónica: la periodística y otra literaria. Ambas se caracterizan por relatar sucesos que han sucedido, en el orden en que lo han hecho. En la primera hay algo que es innegociable, el que no debe contener ni un gramo de fantasía. En la segunda puede darse el lujo de incluir la ficción. En ambos casos quien se encarga de recopilar y narrar hechos se conoce como cronista. En este sentido, los cronistas de Indias eran los autores que, tras la llegada europea a América, se dedicaron a describir las costumbres de los aborígenes que habitaban en el suelo americano.
Algunos autores intentan explicar lo antes descrito de este modo. La crónica como nota periodística, es publicada en diferentes medios (diarios, revistas, televisión o radio) y toca temas de la actualidad; mientras que cuando se trata de un texto encasillado dentro del género literario, narra situaciones reales o ficticias de acuerdo al orden en el que acontecieron real o imaginariamente, apoyándose en testimonios de testigos reales o ficticios.
Periodismo y literatura
Es el estilo periodístico más abundante en diarios y medios periodísticos cuyas particularidades están relacionadas con el brindar información de forma clara y sin tener que utilizar recursos expresivos o de la ficción para hacerlo. Se trata de un tipo de redacción directa, donde se dejan a un lado los aspectos emocionales de las partes y donde el eje gira en torno a los sucesos que se desea mencionar.
Existen de todos modos, muchas contradicciones en cuanto a las características que los autores opinan debe tener un texto, de hecho hay opiniones altamente contradictorias que no aclaran en nada la idea de las bases de este género. Por poner un ejemplo, mientras algunos consideran que la crónica es el género periodístico que más informa, otros observan que se trata del más opinativo o editorializante.
José Luis Martínez Albertos la define como un género híbrido que se encuentra en el medio, entre los informativos y los textos editorializantes. Posiblemente esta sea la definición que más se acerque al significado real del término. Al tratarse de una narración directa sobre una noticia pero con ciertos elementos de valoración que son los que le dan un carácter más literario, comprometido y también menos cerca de la información como la entendemos.
Aspectos fundamentales de la crónica
Como cualquier otro género, la crónica es un modo de interesar a un determinado público de un discurso, en este caso periodístico; donde los textos deben reunir una determinada cantidad de condiciones que permitan que tenga forma y que consiga los resultados que de él se esperan.
Es importante tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales: el contenido (el hecho que se narra), la forma (el enfoque que se le da al tema), el tono (la manera en la que el periodista se dirige a los lectores) y el efecto (los resultados que esperan obtenerse con ese escrito).
Clasificación según el tipo
Hay varios tipos de crónicas, de acuerdo al tipo de enfoque que tengan y a los intereses del propio autor. Pueden ser:
*De interés humano: Desde un enfoque humanista, se intenta motivar ciertas emociones en el lector a partir de hechos donde personas se interesan por personas; suele encontrarse en temas de interés social, sobre todo catástrofes o acontecimientos dramáticos relacionados con la vida en sociedad.
*De interés social: Su enfoque es íntimamente social; suele utilizarse para tocar temas como los reclamos sociales, generalmente oponiéndose al sistema y abriendo una brecha imparable entre poder y pueblo.
Además, existen otro tipo de crónicas que se relacionan íntimamente con un tema en particular, por ejemplo la crónica deportiva (muestra sucesos del deporte sin involucrarse con otros aspectos de la vida en sociedad), la crónica judicial (analiza los hechos desde el punto de vista de las leyes), etc.
Como género literario, la crónica puede servir a ciertos autores con una estructura clara para contar una historia ficticia que roza la realidad. Existen muchos escritores que han cultivado el género, algunos de forma asombrosa y que han permitido que se asienten las bases de este tipo de texto literario. Un ejemplo es la obra de Gabriel García Márquez (importante referente del realismo mágico latinoamericano) «Crónica de una muerte anunciada».
De todas formas, es necesario aclarar que no es un género estricto y definido, sino que va cambiando a medida que lo hacen los tiempos.
Otros usos de la noción de crónica
Cabe resaltar que existen otras acepciones al término, entre las que se encuentra la que se le da desde el punto de vista médico. Cuando el término se aplica a una enfermedad o a una dolencia, el concepto de crónica procede del latín chronicus y se refiere a lo que es frecuente o permanece en el tiempo. Se denomina enfermedad crónica, por lo tanto, a una patología cuya curación no puede anticiparse o directamente nunca se concretará, por lo que permanecerá en el organismo del paciente. No existe, de todas maneras, un plazo específico que convierta a una enfermedad en crónica.
Por último Crónica es un canal televisivo de Argentina, el que se caracteriza por afrontar las noticias desde un punto de vista amarillista y sensacionalista.