El derecho al trabajo es una de las facultades que se consideran inherentes a la dignidad de los seres humanos. El concepto abarca diferentes elementos relacionados con las actividades laborales de las personas.
Hay que tener en cuenta que el derecho al trabajo es un derecho humano: por lo tanto, es un instrumento que hace posible que un individuo pueda autorrealizarse. Se trata de un derecho universal (pertenece a la totalidad de los hombres y las mujeres sin discriminación de ningún tipo), irrenunciable, intransferible, inalienable, indivisible e imprescriptible.
Al ser reconocido en la Constitución o en otro marco normativo de características análogas, el derecho al trabajo también es un derecho fundamental. De este modo, se integra al derecho positivo con el grado más elevado de protección.
La igualdad de oportunidades y la no discriminación son dos pilares del derecho al trabajo.
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ResumenQué es el derecho al trabajo
El derecho al trabajo contempla diversos factores y medidas que hacen a la satisfacción y al bienestar en el entorno laboral. Este derecho implica que los seres humanos deben poder contar con un empleo, eligiéndolo libremente y disfrutando de condiciones gratificantes y equitativas.
Recibir un salario digno y contar con protección social también son cuestiones que el derecho laboral contempla para los trabajadores, al igual que la posibilidad de afiliarse a un sindicato (libertad sindical).
El derecho al trabajo, en definitiva, se materializa a través de los diversos derechos laborales que se protegen mediante la sanción de las leyes. Esta legislación laboral establece criterios que regulan las condiciones de trabajo.
Las vacaciones pagadas, el descanso semanal, el permiso de maternidad o permiso de paternidad y el derecho a huelga están regulados en las normas, así como la extensión de la jornada laboral y el establecimiento de un salario mínimo.
El empleo informal
El trabajo informal es una modalidad que suele atentar contra el empleo digno. También llamado trabajo en negro, supone que el trabajador no se encuentra debidamente registrado en los organismos estatales correspondientes, con lo cual el empleador puede no cumplir con la legislación laboral.
Quien trabaja en negro, por consiguiente, ve vulnerado su derecho al trabajo ya que carece de estabilidad laboral, no tiene protección frente al acoso ni recibe indemnización por despido.
Aunque no garantiza los derechos de los trabajadores, el empleo en el sector informal es muy importante en la economía de numerosas regiones. De hecho, constituye el medio de subsistencia de millones de personas que, padeciendo el desempleo y sin tener acceso al sector formal, aceptan trabajar por más que las condiciones no sean las apropiadas.
En ocasiones, el desarrollo de una inspección laboral por parte de las autoridades pertinentes del Ministerio de Trabajo puede derivar en la formalización de los trabajadores. Cabe destacar que los empleadores que no cumplen con las normas son castigados.
Supongamos que la legislación de un país fija un salario mínimo de 1.000 pesos y una jornada laboral de no más de 9 horas diarias. Un empleado sin registrar puede ser forzado a trabajar 12 horas por día por un sueldo de 700 pesos, sin vacaciones pagadas ni prestaciones de la seguridad social. Además, en caso de despido, no recibe ningún tipo de indemnización.
El derecho al trabajo contempla la percepción de un salario justo y beneficios sociales.
El derecho al trabajo según la modalidad de contratación
El derecho al trabajo debe respetarse más allá de la modalidad de contratación. Sin embargo, hay contratos o acuerdos que tienden a resultar menos beneficiosos para los trabajadores.
El trabajo autónomo, por ejemplo, suele contemplar que sea el propio trabajador quien asuma los aportes y las cargas sociales (como los impuestos, la jubilación y la obra social). El teletrabajo, por otro lado, lleva a que el empleado incurra en gastos que, en una oficina, cubre el empleador: electricidad, conexión a Internet, etc.
El trabajo temporal y el trabajo a tiempo parcial también pueden afectar la protección laboral. Lo mismo sucede, en ocasiones, con las prácticas laborales, la formación profesional y el empleo juvenil. Por eso, desde el Estado se deben tomar las medidas necesarias para que se respete la legislación en toda clase de contrato de trabajo.
El acceso al empleo
El acceso al empleo es una necesidad básica para cualquier adulto: resulta casi imposible que, en la sociedad actual, una persona pueda satisfacer sus demandas materiales sin contar con un trabajo. Lo más elemental del derecho al trabajo, de hecho, es tener uno.
Las políticas de promoción de empleo son claves en una gestión gubernamental. Resultan esenciales para el bienestar social y para la marcha de la economía, impulsando la actividad.
Las agencias de empleo, en este marco, cumplen con un rol importante para vincular a empleadores y empleados. Una bolsa de trabajo, asimismo, es otra herramienta útil para la inclusión laboral.
El derecho al trabajo incluye la prevención de riesgos laborales y el establecimiento de normas de seguridad para proteger a los recursos humanos de una empresa.
El derecho al trabajo en la sociedad moderna
El derecho al trabajo en la sociedad moderna contempla variables que, hasta hace pocos años, no estaban en consideración. Esto se debe a los avances tecnológicos que modificaron no solo el ámbito laboral, sino la vida en general.
Empleo y tecnología son dos cuestiones que actualmente suelen ir de la mano. Ya casi no se conciben trabajos que no demanden el uso de computadoras o máquinas; a su vez, las actividades laborales promueven la innovación y la creación de herramientas digitales y electrónicas para mejorar la productividad y la eficiencia.
El problema radica en que la tecnología que se aprovecha en el contexto laboral muchas veces termina asediando al empleado incluso más allá del horario de trabajo. Lo que sucede con la aplicación WhatsApp es emblemático: cada vez es más usual que los empleadores o jefes se comuniquen a la noche y durante los fines de semana o vacaciones con los trabajadores, dándoles indicaciones o solicitándoles alguna tarea.
De esta manera, la conciliación laboral y familiar se vuelve compleja. Hoy, el derecho al trabajo debe incluir el derecho a la desconexión para que no se interfiera en el descanso y en el ocio de las personas.
Los sindicatos igualmente deben tener presente esta nueva realidad para luchar por la defensa de los intereses de los trabajadores e impedir atropellos por parte de los empleadores. Solo así se puede velar por el verdadero bienestar de quienes trabajan frente a la invasión que favorecen ciertas herramientas tecnológicas.
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