El desamparo puede vincularse a la soledad y la vulnerabilidad de una persona.
Desamparo es el acto y el resultado de desamparar: dejar algo o a alguien sin amparo. La idea de amparo, en tanto, alude a la protección, el abrigo o el refugio.
Cuando una persona padece el desamparo se encuentra desatendida o abandonada. La situación supone que no hay individuos o entidades que le brinden la asistencia o ayuda que necesita.
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ResumenConcepto de desamparo
El desamparo puede entenderse de diferentes formas o con distintos matices de acuerdo al contexto. Para la psicología, se trata de un sentimiento de desvalimiento y debilidad que hace que un sujeto, al percibir su incapacidad para cambiar o enfrentar una realidad, deje de lado la posibilidad de superación, se resigne y necesite ayuda para salir adelante.
Puede reconocerse el desamparo como un estado individual: la persona se «siente desamparada». La situación que hace que registre esa sensación, en cambio, es social, ya que contempla a otro que debería acudir a su auxilio.
Como se puede advertir, en la noción de desamparo aparece la subjetividad. Nadie está en condiciones de desmentir a aquel que dice sentirse desamparado; sin embargo, podría señalarse que, en realidad, el individuo en cuestión cuenta con acompañamiento y tiene a su disposición recursos y herramientas para superar las adversidades.
La exclusión social genera desamparo.
La depresión
Muchas veces se asocia el desamparo a la depresión. Sentir abandono y aislamiento genera angustia, promueve una baja autoestima y conduce al desconsuelo. Quien se halla sumergido en la desesperanza, de este modo, puede padecer depresión u otras enfermedades mentales.
Más allá de lo que suele manifestarse en el lenguaje coloquial, la depresión es un trastorno específico que debe ser diagnosticado por un especialista. Como tal, el tratamiento tiene que ser indicado por el profesional, quien cuenta con los conocimientos y los instrumentos necesarios para ayudar a superar la inestabilidad emocional.
Causas de desamparo
Independientemente de la psicología y de cuadros clínicos, existen numerosos motivos que hacen que un ser humano quede desamparado. Frente a cada causa, la sociedad puede brindar asistencia o apoyo:
- Desprotección infantil: Todos los niños necesitan amparo para satisfacer sus necesidades materiales y emocionales; sin amparo, no pueden crecer de un modo saludable ni desarrollarse. El bullying, la falta de educación, la desnutrición, el trabajo infantil y la violencia doméstica son algunos de los factores que atentan contra el bienestar en la infancia. Tal vez el mejor ejemplo de desamparo sean los llamados niños de la calle, que son menores de edad que no cuentan con un techo para vivir.
- Crisis humanitaria: Los conflictos armados y los desastres naturales generan condiciones de adversidad que dejan a miles o incluso millones de personas desamparadas, que hasta pueden verse obligadas a una migración forzada. En estos casos resulta indispensable la cooperación de Estados y de organizaciones internacionales para paliar las necesidades de la población.
- Marginación social: Una crisis económica de gran magnitud o sostenida en el tiempo deriva en un crecimiento del desamparo a nivel general. Muchos individuos, al perder el empleo y no contar con los recursos económicos mínimos para la subsistencia, quedan afuera del sistema y requieren de ayuda para escapar de la pobreza o indigencia y reinsertarse en la sociedad.
El desamparo suele ser una consecuencia de la privación de derechos.
Sus consecuencias
El desamparo ocasiona múltiples consecuencias. La mayoría de ellas son psicológicas, aunque en algunos casos también hay efectos físicos.
El sujeto desamparado puede sufrir tristeza, infelicidad, miedo y hasta desesperación. El dolor emocional a veces llega a transformarse en un trauma o derivar en resentimiento y rencor.
El desamparo vinculado al desempleo y las penurias económicas, por otro lado, puede relacionarse con circunstancias materiales o externas como estar sin techo, la falta de servicios de salud y la explotación laboral y a cuestiones como resultar más susceptible de ser víctima de acoso, inseguridad, discriminación y otras problemáticas. Ese aislamiento social, a su vez, incrementa el riesgo de caer en el alcoholismo, la drogadicción y otros flagelos.
Evitar o revertir el desamparo puede tratarse de una obligación moral: nadie debería ser indiferente al sufrimiento del prójimo. En determinados contextos, no obstante, esa obligación es legal ya que se tiene una responsabilidad fijada por las leyes respecto al destino de otro individuo.
El desamparo en el ámbito judicial
La idea de desamparo también se utiliza en el ámbito judicial. En el derecho penal, se alude al desamparo cuando alguien no recibe la asistencia o el cuidado que se considera que corresponde.
De este modo, la persona en cuestión es víctima del delito de omisión del deber de socorro. Si bien la tipificación depende de cada legislación, suele establecerse que este delito sanciona al hombre o la mujer que no ayuda a quien está desamparado y en evidente peligro.
En cuanto al derecho civil, el desamparo es el resultado del incumplimiento de los derechos de protección vinculados con la guarda de los niños. La falta se produce cuando los menores no reciben la asistencia material y moral que sus padres o tutores están obligados a proporcionarles.
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