Guion es un concepto con varios usos y significados de acuerdo al contexto. En el ámbito del teatro, el guion es el libreto que presenta todos los contenidos necesarios para el desarrollo de una obra.
El guion teatral, por lo tanto, es un texto que especifica los diálogos que debe decir cada actor, detalla el desarrollo de cada escena, brinda información sobre la escenografía, etc. Por ejemplo: “Tengo que estudiar dos guiones teatrales para la próxima semana, ya que haremos nuevas presentaciones”, “El escritor confesó que sueña con escribir guiones teatrales, aunque asegura no tener talento en dicho campo”, “El dramaturgo uruguayo sorprendió con un guion teatral de gran intensidad”.
Puede aplicarse la noción de guion teatral a diversos géneros. Un drama, una ópera o un musical cuentan con libretos que se adaptan a sus particularidades y que incluyen la información necesaria para cada caso.
Guion teatral y puesta en escena
El guion teatral, en definitiva, incluye los contenidos que se requieren para montar una puesta en escena determinada. Las ideas fundamentales de la obra aparecen en orden, por lo que el guion cuenta con una introducción, un desarrollo y un desenlace.
El objetivo es que todos los involucrados en la obra, desde el director hasta los actores, pasando por el escenógrafo, el iluminador y el vestuarista, sepan cómo se desarrollarán las acciones y qué va a ocurrir en cada escena.
Podría decirse que el diálogo es el elemento fundamental del guion, ya que indica qué deben decir los personajes. El guion, de todos modos, también informa sobre la escenografía e incluye acotaciones del autor (cuándo entran y salen los personajes, cuáles deben ser sus actitudes, etc.). Si el diálogo no parece natural, si el público no lo encuentra creíble o coherente con el universo de la obra, entonces es probable que no logre establecerse esa conexión mágica tan necesaria para que el drama cobre vida y llegue a la gente.
Orígenes históricos
Si bien cuando se habla de teatro se suele hacer referencia a Grecia y su invaluable legado, existen pruebas de que en el Antiguo Egipto, alrededor de 1.500 años antes de la edad cristiana, ya tenían lugar representaciones dramáticas que trataban la muerte y la resurrección de Osiris, el dios de la resurrección y la figura que simboliza la fertilidad y la regeneración del río Nilo. Cabe mencionar que los egipcios se valían de máscaras para sus actuaciones.
El origen de dicho descubrimiento fue un manuscrito incompleto que ha sido parcialmente traducido y que contiene lo que podría corresponder a una versión simplificada de un guion teatral actual. En él se aprecian diálogos que dan voz a personajes divinos y se estima que las representaciones tenían lugar en fechas de importancia religiosa para los egipcios, lo cual mantiene el teatro ligado al concepto de ritual.
Más allá del guion teatral
El teatro, a diferencia de otros géneros, como la novela y la poesía, exige el trabajo de varias personas para cobrar vida. Es cierto que una persona puede disfrutar de la lectura de un guion teatral en su intimidad, sin la necesidad de una representación actoral, pero no se puede negar que no es esa la intención de este arte, sino que tiene ambiciones mucho mayores. En otras palabras, no basta con una brillante escritura, sino que esta debe complementarse con la labor de escenógrafos, directores, iluminadores, maquilladores y actores, entre otros integrantes.
Lamentablemente, una pobre representación y una mala dirección pueden interferir considerablemente en la percepción que el público tenga de una obra; como si esto fuera poco, en el caso de dramas de escritores que han fallecido, el prestigio de un guion teatral depende muchas veces de las manos en las que termina, algo que no puede ocurrir con los géneros antes mencionados.