Definición de

Inversión extranjera directa (IED)

Actividad económica

La inversión extranjera directa (IED) aporta dinamismo a la economía global.

La inversión extranjera directa (IED) es aquella que se concreta cuando una persona física o jurídica desembolsa capital en un país distinto al propio con el objetivo de obtener un beneficio. El concepto suele referirse al establecimiento de un vínculo financiero o comercial a largo plazo con la nación receptora de los fondos invertidos.

Antes de continuar, es importante analizar los tres términos que componen la noción. Una inversión supone el acto y el resultado de invertir: colocar o usar un caudal (dinero u otra clase de bien). Al invertir, se posterga un gasto y se destina el capital a una operación que permita obtener ganancias en un cierto tiempo.

Lo extranjero, en tanto, refiere a un territorio que no es el de uno. Algo directo, por último, carece de intermediaciones y se dirige de forma inmediata o recta a una meta.

Qué es la inversión extranjera directa (IED)

La idea de inversión extranjera directa suele aludir a la iniciativa de un inversor foráneo que apunta crear una relación extensa con el país que recibe sus fondos. En un sentido amplio, la inversión extranjera directa se forma con la sumatoria del capital que los inversionistas del exterior colocan en un determinado lugar.

Por lo general, se entiende que la IED se establece cuando hay una inversión que posibilita la adquisición de una participación duradera en un negocio o empresa que actúa en un mercado nacional diferente al del inversor. Respecto a dicha participación, usualmente se acepta que debe representar un 10% o más del capital de la compañía.

Esta clase de inversión es positiva para la nación receptora ya que contribuye al desarrollo económico. Permite generar empleo, favorece que haya una transferencia de tecnología y promueve las exportaciones con la consecuente captación de divisas. LA IED, a su vez, incentiva la competencia y amplía el abanico de opciones a disposición de los consumidores.

Para el inversor, en tanto, la misión es lograr ganancias una vez que se consigue recuperar lo invertido. Cuando dicho flujo de ganancias se vuelve sostenido, la IED se mantiene y se renueva.

Empresas multinacionales

Las empresas multinacionales son protagonistas de la inversión extranjera directa.

Cómo se concreta

La IED puede concretarse de distintos modos. A través de fusiones y adquisiciones, un inversor extranjero puede comenzar a operar en un mercado, por ejemplo.

Las franquicias también constituyen una posibilidad. Este sistema tiene la ventaja de reproducir un modelo de negocio ya probado, aunque el éxito nunca está garantizado debido a que depende de múltiples factores del entorno.

La explotación de recursos naturales, por mencionar otra alternativa, puede llevar a un inversor a iniciar un proyecto en el extranjero desde cero. Para este tipo de emprendimientos se requiere contar con el acompañamiento del Estado adonde se destina la inversión.

Sector minero

El sector minero y la industria de las telecomunicaciones suelen recibir inversión extranjera directa.

Fomento de la inversión extranjera directa

Un Estado puede fomentar la IED de múltiples formas. Gracias a la globalización, la circulación de capitales es cada vez más habitual, con lo cual las autoridades pueden apelar a la inversión extranjera para mejorar su balanza de pagos.

Un acuerdo de libre comercio y un programa de exención fiscal son recursos que se utilizan para impulsar la inversión extranjera directa. La creación de zonas de libre comercio y un plan de privatización también son herramientas. Muchas veces, un gobierno considera que la IED puede cooperar en el desarrollo de infraestructura y en la innovación.

La decisión del inversor

La decisión del inversor al definir dónde destinar el capital obedece a diferentes factores. Los especialistas suelen hacer mención al clima de inversión, formado por la conjunción de estas variables.

La estabilidad política es esencial. Los inversores demandan seguridad jurídica y una legislación clara y constante, con una regulación financiera favorable al capital. También suelen analizar qué medidas pueden afectar la repatriación de ganancias.

Un indicador que estudian los inversionistas con frecuencia es el riesgo país. Dicho índice se basa generalmente en el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, según su sigla en inglés), que elabora J.P. Morgan Chase en virtud del progreso de la deuda externa de cada nación.

Efectos negativos de la inversión extranjera directa

Más allá de los potenciales beneficios de la inversión extranjera directa, el mecanismo también puede generar efectos negativos. De todos modos, hay que considerar que la valoración es subjetiva ya que los resultados pueden estimarse de distintas maneras y, a la vez, pueden ser buenos para un sector y nocivos para otros.

En ocasiones, se advierte que la IED afecta las condiciones de trabajo. Hay empresas que se aprovechan de la escasa protección de los derechos laborales en un país para desarrollar prácticas que no pueden llevar adelante en su nación de origen. Esto supone una mayor precariedad para los trabajadores. En un mismo sentido, la IED puede sacar provecho de la falta de resguardo del medio ambiente.

Otra mirada apunta que la inversión extranjera directa, en algunos casos, no permite el crecimiento de emprendimientos locales. Por la tasa de cambio, una compañía que llega desde el exterior puede encontrarse con facilidades para operar en un mercado, perjudicando a los emprendedores del lugar.

Cómo citar este artículo Julián Pérez PortoPublicado por Julián Pérez Porto, el 23 de enero de 2024. Inversión extranjera directa (IED) - Qué es, definición y concepto. Disponible en https://definicion.de/inversion-extranjera-directa-ied/
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