La investigación cuantitativa es un modo de desarrollo investigativo que se basa en la cuantificación de datos. Se trata de una estrategia que busca obtener evidencias empíricas de los fenómenos que observa partiendo de mediciones y análisis estadísticos.
La expresión de los resultados de una investigación cuantitativa, por lo tanto, se realiza a través de números. La generalización de esos resultados mediante un razonamiento deductivo hace posible la producción de una hipótesis en torno a lo estudiado.
Características de la investigación cuantitativa
La investigación cuantitativa se basa en el análisis de la estadística. A partir de un muestreo, que se produce con la selección de un conjunto de elementos que representan a una población mayor, se examinan variables para encontrar patrones, calcular promedios y descubrir frecuencias.
De este modo, es posible estudiar la causalidad y los efectos de los fenómenos y generalizar las observaciones para proponer hipótesis o demostrar teorías. Las magnitudes numéricas y los gráficos apoyan la difusión de las conclusiones.
Suele indicarse que la investigación cuantitativa ofrece, en una primera instancia, resultados que son descriptivos. La estadística permite generalizar esos números y trasladar lo apreciado en la muestra a una población más amplia.
Se puede afirmar que la investigación cuantitativa constituye una herramienta de análisis. Tiene que ser replicable (es decir, otros investigadores deben estar en condiciones de repetir sus pasos) y, por consiguiente, permitir la realización de una comparación directa de sus resultados.
Tipos de muestreo
Una investigación cuantitativa puede recurrir a distintos tipos de muestreo. Hay que aclarar que, antes de obtener la muestra, es indispensable concretar la definición de la población.
Se entiende que la población son todos aquellos elementos que poseen las características, las cualidades o las propiedades que se pretenden analizar en la investigación. La muestra, en este marco, es un subconjunto de la población.
El muestreo puede llevarse a cabo de diferentes maneras. El muestreo aleatorio es aquel en el cual, a la hora de determinar la muestra, todos los elementos que forman parte de la población cuentan con una probabilidad de ser seleccionados.
El muestreo estratificado, en cambio, requiere de la separación de un estrato o segmento específico de la población. Otras clases son el muestreo sistemático (se eligen, recurriendo a intervalos, elementos de una primera selección aleatoria), el muestreo por cuotas (se escogen elementos por sus rasgos) y el muestreo por conglomerados (selección aleatoria de grupos de elementos heterogéneos pero con características en común).
El sesgo en la investigación cuantitativa
El sesgo en la investigación cuantitativa es un problema ya que atenta contra la validez de los resultados. El sesgo de selección, por ejemplo, implica un error al escoger los elementos de la muestra, distorsionando luego el análisis estadístico.
El sesgo de medición, también llamado sesgo de información o sesgo de observación, es un efecto de un error experimental que lleva a una clasificación equivocada. El sesgo de confusión, por su parte, surge por la intervención de un factor que altera la asociación entre otras variables.
Lo que hacen estos sesgos es llevar a la comparación de elementos que no son comparables. La causa de este defecto, en definitiva, puede hallarse en el modo de establecimiento de la muestra, en la forma de obtención de los datos o en la manipulación de variables.
Diferencias con el método cualitativo
La investigación cuantitativa presenta varias diferencias con el método cualitativo. En una investigación cualitativa no hay análisis estadísticos, estudios matemáticos ni operaciones numéricas: lo que hace el investigador es recopilar datos descriptivos para interpretarlos de forma inductiva.
En esta estrategia, las hipótesis no se plantean a priori. Las preguntas surgen a medida que se avanza con la investigación, al igual que las respuestas que se plantean como posibles.
Mientras que la investigación cuantitativa apela a la experimentación y utiliza lenguajes formales y magnitudes, la investigación cualitativa enuncia sus resultados con un discurso verbal.
Con frecuencia se indica que la investigación cuantitativa está centrada en el objeto, a diferencia de la investigación cualitativa que apunta al sujeto. Por eso, la investigación cuantitativa se asocia a la objetividad y la cualitativa, a la subjetividad.
Etapas de una investigación cuantitativa
Las etapas de una investigación cuantitativa son cinco, al menos si se consideran las fases principales. La primera etapa se denomina conceptual y consiste en la circunscripción del problema, el desarrollo del marco teórico y la elaboración de la hipótesis.
Luego llega la etapa del diseño, vinculada al trazado de las estrategias y la elección de las técnicas. La investigación cuantitativa continúa con la etapa empírica (recolección de datos), la etapa analítica (el análisis y la interpretación) y finalmente la etapa de divulgación (la comunicación de las conclusiones).
Estas fases, en ocasiones, no se desarrollan con una diferenciación tan clara. La delimitación de la problemática y la planificación investigativa pueden realizarse en conjunto o simultáneamente, por mencionar una posibilidad.