La ley de Hooke es un principio vinculado a la elasticidad que está presente en el campo de la Física y resulta muy útil, por ejemplo, dentro de los ámbitos de la construcción, la ciencia de los materiales y la ingeniería.
En un primer momento, este postulado que lleva el apellido de un prestigioso científico inglés llamado Robert Hooke hizo foco en procesos asentados en un estiramiento longitudinal. Su contenido indica que, en un cuerpo de características elásticas, el alargamiento a nivel unitario resulta proporcionalmente directo a la fuerza o carga que se aplica sobre él. Cuanto más es la fuerza empleada, mayor será el desplazamiento, extensión o deformación del objeto o sólido involucrado. Con todos los datos que se obtienen en base a la ley de Hooke se facilitan los procesos de medición de propiedades elásticas y el análisis de oscilaciones, por ejemplo.
Elementos y conceptos de la ley de Hooke
La ley de Hooke involucra en su enunciado a diferentes conceptos y elementos cuyas particularidades hay que conocer e interpretar correctamente a fin de dominar bien la teoría y la aplicación práctica de este postulado.
Son clave en este principio la constante elástica de un resorte (se habla asimismo de constante de resorte), el límite de proporcionalidad que se determina desde la teoría como el valor que se le asigna a la tensión debajo de la cual resulta proporcional el alargamiento de un material respecto a la carga en juego.
Hay que tener presente, asimismo, qué y cómo es el límite elástico aparente, expresión que identifica a qué nivel de tensión puede aguantar la probeta al producirse el fenómeno conocido como fluencia o cedencia. Explicado de otro modo quizás más sencillo de comprender por el común de la sociedad: el límite de elasticidad da cuenta de cuánta tensión toleran los materiales plásticos sin experimentar una deformación de carácter permanente que le impida recuperar su aspecto original de manera espontánea al quitarle las cargas.
Deformación y elasticidad
Deformación y elasticidad son dos nociones de mucha relevancia dentro del ámbito de la Física. El primero de estos vocablos alude a un fenómeno centrado en la transformación, ya sea reversible o invariable, de un elemento (objeto o cuerpo) al aplicar sobre él un esfuerzo. La palabra también se asocia a un proceso de raíz termodinámica en el cual tiene lugar la acumulación de energía potencial elástica dentro de la energía que lleva en su interior un cuerpo. De superarse los límites máximos previos a una deformación, entonces los materiales sufren modificaciones y su energía se desperdicia generando fracturas, endurecimientos o fatiga de materiales.
Cabe señalar que existen múltiples clases de deformaciones: hay deformaciones unitarias o axiales (presentes en el rubro de la ingeniería), deformaciones plásticas (bautizadas asimismo como permanentes o irreversibles) y deformaciones elásticas (no permanentes o reversibles).
La elasticidad, por otra parte, está muy tenida en cuenta, específicamente, en la mecánica de sólidos. Da identidad a una propiedad que ciertos elementos poseen (como el caso de las llantas, los botones de un control remoto y los resortes, los cuales pueden ser resortes en serie o resortes en paralelo), la cual los lleva a deformarse temporalmente como consecuencia de una fuerza que se les imprime para luego recobrar su formato original.
Existe un parámetro, llamado módulo de elasticidad longitudinal o módulo de Young, para marcar cómo se comporta un determinado material elástico. Esta medida, en materiales elásticos lineales e isótropos, mantiene un valor idéntico tanto en una compresión como en una tracción: de no sobrepasar el límite elástico se erige como una constante autónoma del esfuerzo.
Aplicaciones de la ley de Hooke
Entre las aplicaciones prácticas de la ley de Hooke figuran cuestiones propias de la construcción (como el cálculo de la resistencia de materiales), la ingeniería y la arquitectura. También es útil para la labor de expertos en química y biología.
En acústica y sonido (contemplando en este contexto a instrumentos musicales que llevan cuerdas que al ser frotadas y pulsadas tienen deformaciones y vibraciones), así como en estudios inherentes a la sismología y al análisis de terremotos, es sumamente valiosa la ley de Hooke.
Al profundizar los saberes en torno a los alcances de este principio salen a la luz cómo se llega a aprovechar el contenido del enunciado al efectuar un ensayo de resistencia o una prueba de materiales.
Es un gran recurso, incluso, para diseñar dispositivos claves para el bienestar humano en materia de salud e instruirse acerca de la deformación y recuperación de tejidos del organismo humano cuya estructura resultó modificada como consecuencia de la aplicación de una fuerza externa.
La suspensión de un vehículo y un trampolín son otros ejemplos de aplicación de la ley de Hooke, un enunciado de enorme antigüedad que, conjugado con las bondades de la tecnología, se traduce en el desarrollo de materiales inteligentes que tienen memoria de forma, por sumar más datos concretos sobre el tema.