Metales pesados es la denominación que reciben ciertos elementos químicos de elevada densidad que reúnen rasgos de carácter metálico y resultan tóxicos para los seres vivos, además de generar serios inconvenientes en materia medioambiental.
Hay que tener en cuenta que, a lo largo del tiempo, la definición de metal pesado ha ido respondiendo a la evaluación de distintos criterios. Así como se ha puesto como parámetro a la densidad, también se fueron considerando el peso atómico, el número atómico, el nivel de toxicidad o determinadas propiedades químicas.
Es importante informarse sobre este tema y tomar conciencia de los efectos y las consecuencias que producen en los organismos las concentraciones altas de metales pesados. Un dato que conviene no ignorar: al no ser biodegradables, es inevitable el proceso de bioacumulación, el cual va incrementando la concentración de sustancias nocivas en el interior de personas, animales y plantas. Esto lleva a que, en el marco de la cadena alimentaria, diversos eslabones resulten perjudicados y que suba el porcentaje de riesgo potencial para la salud humana.
Ejemplos de metales pesados
Abundan los ejemplos de metales pesados, muchos de los cuales afectan a la humanidad cuando son expulsados por volcanes en erupción.
Entre los más tóxicos y conocidos aparece el mercurio (Hg), que se halla de manera natural en el ambiente y en, por ejemplo, un tipo de termómetro. De romperse ese frágil instrumento, el mercurio se derrama y exige de inmediato un cuidadoso operativo para minimizar las chances de que haya víctimas de envenenamiento o intoxicación por inhalar o tocar mercurio.
El plomo (Pb) es otro integrante del conjunto de los metales pesados. Es muy tóxico y, en niveles considerables, provoca daños severos en el sistema nervioso. Otro elemento que puede llegar a ser muy perjudicial es el cadmio (Cd), un metal pesado que, de ser inhalado o ingerido en dosis altas, pone en jaque la vida, afectando estómago, pulmones, riñones, etc.
En el listado de metales pesados figuran, asimismo, el arsénico (As), el polonio (Po), el cromo (Cr), el manganeso (Mn) y el bismuto (Bi), por sumar más referencias.
Características
Los metales pesados, elementos eventualmente peligrosos que están presentes en la corteza terrestre de forma natural pero también se distribuyen en el ambiente como consecuencia de la minería u otras actividades industriales, no son biodegradables (es decir, no se los consigue destruir o degradar naturalmente) y se detectan con frecuencia en múltiples alimentos. Hay trazas de metales pesados, incluso, en el agua potable.
El tratamiento de aguas, una depuración que se consigue con procedimientos y recursos para eliminar contaminantes y mejorar de este modo la calidad de las aguas residuales permite reducir la cantidad de metales pesados o, directamente, quitarlos.
Como se bioacumulan, es usual que los seres vivos vayan teniendo cada vez más concentración de metales pesados en sus tejidos. Al analizar peces, por describir un caso concreto, se observan cantidades variables de mercurio y plomo, entre otros elementos. En el mero y el pez espada suelen presentar porcentajes alarmantes de mercurio que sobrepasan los límites máximos permisibles que establece, en concreto, la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los estándares de esta entidad, señala un informe, se vieron superados al apreciar la alarmante concentración de metales pesados detectada en más de cincuenta ejemplares pertenecientes a quince especies de peces que habitan en la Amazonía ecuatoriana. Dado el peligro que representan para el bienestar humano los metales pesados, en Estados Unidos un grupo de legisladores presentó tiempo atrás un proyecto de ley orientado a regular y restringir la cuota de metales pesados en comestibles destinados a los bebés y niños de corta edad.
Tipos de metales pesados
Instruirse en torno a qué tipos de metales pesados existen es relevante, por ejemplo, para poder identificar qué elemento traza o tóxico es responsable de ciertos síntomas.
Es interesante saber, en este contexto, que los profesionales de la salud suelen apelar a la aplicación de una terapia basada en la quelación (administrando por vía endovenosa un aminoácido de carácter sintético) para conseguir que el cuerpo elimine los metales pesados que se hayan acumulado en su interior a fin de poder librarse de esos tóxicos. Al someter a estudios a tortugas, pingüinos, toninas y otros animales del entorno marino (o al analizar sus restos), en tanto, se comprueban las devastadoras consecuencias de la contaminación por metales pesados.
Al respecto, es necesario marcar una diferencia entre los metales pesados esenciales para un óptimo funcionamiento del organismo (siempre que se reciban en dosis adecuadas ya que favorecen el desarrollo de procesos biológicos) y los metales pesados sin una función biológica identificada (motivo por el cual se los considera no esenciales). En el primer grupo aparecen el manganeso, el hierro y, en una proporción baja, el cobre (Cu), mientras que el segundo engloba, por ejemplo, al cadmio, al plomo y al talio (Tl).