La etimología de nomotética nos lleva al latín medieval nomotheticus, a su vez derivado del griego nomothetikós (que puede traducirse como “legislativo”). El término alude a la enunciación de principios generales o de leyes que tienen validez universal.
TemasCiencias nomotéticas
El concepto suele usarse respecto a la ciencia cuyas leyes son muy estables. El filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804) vinculó la nomotética al juicio reflexivo, ya que permite unificar las leyes naturales.
La nomotética se asocia a leyes de validez universal
Las ciencias nomotéticas, por lo tanto, trabajan con leyes lógicas. Se trata de las ciencias naturales que analizan procesos inmutables y causales. Las ciencias ideográficas, en cambio, investigan acontecimientos cambiantes, como el derecho y la sociología.
Nomotético e ideográfico
La oposición entre lo nomotético y lo ideográfico aparece en múltiples ámbitos. Una explicación nomotética, por ejemplo, apunta a la comprensión general, mientras que una explicación ideográfica ofrece una descripción pormenorizada.
Tomemos el caso de la psicología. El enfoque nomotético busca la obtención y la aplicación de leyes generales que abarquen a toda la población. El enfoque ideográfico, por el contrario, persigue la comprensión individual de cada ser humano.
Lo habitual es que el método nomotético se combine con el método ideográfico. Al complementarse ambas facetas, se contempla tanto el establecimiento de un vínculo causal entre sucesos como la valoración de los fenómenos, lo cual permite el enriquecimiento del conocimiento.
Si se mantiene la distinción, puede decirse que una ciencia nomotética desarrolla conceptos generales, a diferencia de una ciencia ideográfica que se centra en lo particular. En una misma ciencia, en tanto, se puede recurrir a ambos métodos.
Nomotética en psicología
En el contexto de un experimento propio de la psicología, es posible tomar una medición nomotética para luego establecer un contraste entre ésta y una ipsativa. Se entiende por ipsativa a una prueba cuyas calificaciones o escalas de medida son las mismas para todas las personas. También se dice que están «forzadas», a diferencia de una escala más flexible, que permita resultados más cercanos a la verdadera opinión del sujeto.
En un test de personalidad, por ejemplo, la medición tradicional nos ofrece un rango de respuestas posibles para cada pregunta o afirmación, como se puede apreciar en el siguiente ejemplo: «Soy leal: muy de acuerdo; de acuerdo; lo intento; ligeramente en desacuerdo; muy en desacuerdo.» Para la misma afirmación, un par de opciones pertenecientes a la ipsativa podrían ser «Soy leal; soy emocionalmente estable». Esto confunde al sujeto, lo obliga a pensar antes de responder, a diferencia del caso anterior, que puede ser fácil de falsear.
Las preguntas o afirmaciones «ipsativas» son difíciles de responder
Estas respuestas, que pueden variar de una prueba a otra dado que apelan a la sensibilidad de la persona, se contrastan con las observaciones que un psicólogo lleva a cabo a lo largo del proceso; por ejemplo, puede tomar nota de un gesto que el sujeto repite varias veces, de su complexión física y otros datos objetivos de su persona o bien de las características específicas del entorno. Estas mediciones nomotéticas no son subjetivas, cualquier profesional debería dar con las mismas, pero sirven para situar el experimento en un contexto, el cual aporta matices necesarios para interpretar las ipsativas.
Dicho todo esto, queda claro que las medidas ipsativas las realiza el sujeto, ya que se trata de datos e información que él mismo aporta acerca de su persona. Esto nos lleva a la idea de las diferencias que pueden existir entre el plano objetivo y el subjetivo, incluso cuando el primero surge del exterior y el segundo, del interior. Si bien por lo general diríamos que una apreciación de un tercero es siempre subjetiva, cuando el sujeto da una respuesta relacionada con sus rasgos emocionales, sus afirmaciones pueden resultar menos objetivas que las observaciones antes mencionadas.
