
El abordaje del objeto de estudio depende del marco conceptual.
El objeto de estudio es el tema de una investigación. El concepto se emplea en el ámbito de la ciencia para aludir a qué se analizará y cómo se llevará a cabo esa tarea.
Definir adecuadamente el objeto de estudio, por lo tanto, es clave para el éxito del trabajo investigativo. En él se determinan las cuestiones concretas que se desean desarrollar y se establecen los límites de la tarea.
Antes de avanzar, resulta útil examinar el origen etimológico de las dos palabras principales que le dan forma a la noción:
- Objeto deriva del latín obiectus, que se construye a partir de la suma de los siguientes componentes léxicos: el prefijo ob-, que significa “encima”; el verbo iacere, que puede traducirse como “lanzar” y el sufijo -tus, que se usa para darle forma a participios.
- Estudio, por otro lado, emana del latín studium, que se traduce como “cuidado”, “aplicación” o “celo”.
Temas
ResumenEstablecimiento del objeto de estudio
Puede decirse que el objeto de estudio es el problema de investigación. La noción es importante en cualquier campo de estudio, área de conocimiento o disciplina, aunque sus características específicas varíen.
Para determinar el objeto de estudio de una investigación, más allá de sus diferencias, siempre hay que tener en cuenta los siguientes elementos, que deben definirse de forma clara:
- El espacio geográfico donde se ubica el asunto a estudiar. Hay que acotarlo para que sea preciso y certero.
- El periodo temporal que se va a abarcar en la investigación.
- El tema que se va a investigar en sí: un elemento inmaterial, una obra artística, una enfermedad, un inmueble…
En definitiva, el objeto de estudio indica qué es lo que se quiere saber. Por lo general surge a partir de una problemática o de una inquietud, que puede ser propia del investigador o señalada por aquel que realiza el encargo de la investigación.

El objeto de estudio debe ser analizado siguiendo el método científico.
Su alcance
Es clave que el objeto de estudio no abarque demasiado. Cuando resulta muy amplio, se vuelve complejo profundizar en el asunto, ya que las horas y los recursos pueden ser insuficientes. Además muchas veces el investigador termina perdiendo tiempo en la búsqueda y el tratamiento de información que, finalmente, no forma parte del trabajo final.
Un experto en ciencias de la comunicación que se plantea “La historia de los diarios latinoamericanos” como objeto de estudio, por ejemplo, es probable que haya trazado un plan demasiado ambicioso. En cambio, si se propone investigar sobre “La historia de los diarios deportivos en México”, puede trabajar con un material más acotado.

El trabajo investigativo contribuye a la comprensión del objeto de estudio.
Ejemplos de objeto de estudio
Un ingeniero agrónomo, por citar un caso, puede realizar un trabajo investigativo sobre “Efectos de la sequía en la Llanura pampeana entre 1990 y 2010”. Como se puede advertir, el objeto de estudio delimita los temas a tratar. No investiga sobre las consecuencias de la sequía a nivel general sino que se centra en un sitio específico y en un periodo determinado.
Si nos pensamos en el ámbito de la educación superior, concretamente en la carrera de Periodismo, suele existir una asignatura que lleva por título “La prensa como objeto de estudio”. Con ella se pretende que los estudiantes puedan descubrir la potencialidad y el beneficio de los medios de comunicación. Así pueden conocerlos a fondo y convertirse en consumidores críticos de los mismos. En este marco, la prensa es el objeto de estudio específico de los alumnos.
Otro ejemplo de objeto de estudio lo encontramos en un experto en ciencias sociales que se propone analizar el impacto de TikTok en la conducta de los niños de entre 5 y 10 años. Este especialista tiene como hipótesis que el fenómeno del consumo de videos cortos en la infancia genera un crecimiento de la ansiedad, trastornos en el descanso y problemas en el rendimiento escolar. Para llevar a cabo su trabajo, el investigador define una metodología y se atañe a un marco teórico para desarrollar el análisis, presentar una descripción de su observación y brindar una explicación tentativa de las causas y efectos de los hechos.
Si pensamos en un paleontólogo, puede llevar a cabo una investigación de campo para generar conocimientos sobre los dinosaurios carnívoros que vivieron en la Patagonia argentina. Con ese objeto de estudio establecido, impulsa excavaciones en pos de lograr el descubrimiento de nuevas evidencias sobre la presencia de las especies.
Para un médico, en tanto, un ejemplo de objeto de estudio puede ser el impacto de la pandemia de COVID-19 en el sistema inmunológico de los adultos mayores. El profesional realiza un estudio descriptivo en base a estadísticas de atención sanitaria y descubre un patrón que muestra un incremento de determinadas patologías. Su interpretación es que el confinamiento obligatorio en los tiempos de la pandemia provocó diversos inconvenientes en el organismo e incluso en la salud mental del grupo estudiado. Ese conocimiento científico, si logra la validación correspondiente por parte de la comunidad de especialistas, puede resultar muy útil para el diseño de nuevas políticas públicas en materia sanitaria y para tomar medidas vinculadas a la prevención y la atención en los hospitales.
