Oficial es un término con varios usos y aplicaciones. Como adjetivo, oficial -que proviene del latín officiālis- es aquello que es de oficio, es decir, que tiene autenticidad y que emana de una autoridad. Por ejemplo: “La tasa oficial de desempleo ha alcanzado el 9,1% en el tercer trimestre”, “Mi mamá me regaló la remera oficial de Chicago Bulls”, “El estreno oficial de la película tendrá lugar el próximo 26 de noviembre”.
Cuando el adjetivo se utiliza para hacer referencia a una institución u edificio, señala que está sufragado con fondos públicos y que depende del Estado: “Quisiera ingresar a la Escuela Oficial de Idiomas”.
Oficial en las fuerzas armadas y de seguridad
En el campo de las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad de una nación, oficial es un rango que se adquiere al finalizar la formación. Los oficiales pueden ser diferenciados de acuerdo al lugar que ocupan en la escala jerárquica de la institución.
Un oficial, por lo general, se encarga de dar órdenes, guiar e instruir a los suboficiales u otros integrantes inferiores en la jerarquía. En el lenguaje cotidiano, sin embargo, se suele utilizar el término para referirse a toda persona uniformada que pertenece a una fuerza de seguridad: “Oficial, necesito su ayuda: acaban de robarme la billetera”, “El muchacho, al parecer, planeaba robar ese coche, pero cuando se acercó el oficial de policía decidió marcharse”, “La Policía hace lo que puede para luchar contra la delincuencia, pero necesita más oficiales”.
Otro uso de la palabra oficial está vinculado al ministro que ejecuta las penas de muerte. En este caso, oficial es sinónimo de verdugo: “La pena capital fue ejecutada por el oficial a las 5 PM”.
Un producto auténtico
En el ámbito de la industria del entretenimiento, por otro lado, se usa este término como adjetivo para reflejar la autenticidad de un producto. Por ejemplo, las películas infantiles suelen lanzarse acompañadas de muñecos de peluche, juguetes, juegos de mesa y videojuegos, entre otros productos; pero solamente los que aprueba y supervisa la compañía original se consideran oficiales, y esto suele garantizarles a los consumidores la mayor calidad posible, además del parecido con los personajes y escenarios de la historia.
Si bien los productos oficiales son los que reflejan el contenido original con mayor precisión, también suelen ser los más caros. Es por esta razón que existen otros, fabricados sin el sello de calidad de la productora, pero a precios mucho más accesibles. Lejos de tratarse de una táctica de piratería, éstos también son legales; su propósito es la venta a todos aquellos consumidores cuyos presupuestos son demasiado ajustados como para acceder a los oficiales.
Acerca del uso del término oficial
Dado que la palabra tiene un amplio rango de aplicaciones, que van desde el lenguaje popular hasta el ámbito legal, podemos verla en ejemplos como los recién expuestos, que poca relación guardan entre ellos. El significado puede ser prácticamente el mismo en algunos casos, pero el grado de importancia difiere: si un porcentaje de desempleo no es el verdadero, es decir, si hubiera sido manipulado para engañar a la población, se trataría de un problema mucho más grave que la falsificación de una camiseta de básquetbol o una confusión respecto a la fecha de lanzamiento de una película.
En este marco, se puede hablar también de extraoficial, que es precisamente lo opuesto: algo «no oficial» u oficioso. Por ejemplo, si un periodista se encuentra en medio de una investigación que tiene como objetivo exponer la corrupción de un determinado grupo político, antes de concluir su trabajo y contar con datos verificados puede hablar de información extraoficial para hacer referencia a todo aquello que intuye o deduce basado en lo que haya reunido hasta ese momento.