El reino monera es el conjunto de microorganismos que se componen de una única célula procariota, carente de un núcleo definido. La noción, sin embargo, no se utiliza demasiado en la actualidad, ya que se prefiere el concepto de reino procariota.
Los seres vivos pueden clasificarse de diferentes formas. Dicha clasificación, de hecho, ha cambiado a lo largo de la historia, adaptándose a los descubrimientos científicos y a las diferentes posturas de los expertos.
Descubrimiento del reino monera
El naturalista alemán Ernst Haeckel (1834–1919) suele ser señalado como el primer científico en hablar del reino monera o mónera. En 1866, Haeckel dividió a los seres vivos en animales, plantas y protistas. En este último reino incluyó un conjunto de organismos llamados moneras, que serían los más simples de todos. En dicha clasificación también estaban los eucariontes y los procariontes.
Cabe señalar que en la etimología de este término, el cual deriva de un vocablo griego cuya pronunciación se aproxima a «moneres», se encuentra la idea de simpleza y por eso se escogió para denominar a estos organismos.
En la década de 1920, fue el francés Édouard Chatton (1883–1947) quien distinguió entre los procariontes y los eucariontes. A partir de entonces, el reino monera comenzó a asociarse a los primeros.
El concepto en la actualidad
En la actualidad, predomina la teoría de los cinco reinos: los seres vivos se dividen en animales, plantas, hongos, eucariontes y procariontes. La clasificación de monera quedó vinculada al clado de los organismos procariontes, que son los organismos celulares de menor tamaño, carentes de núcleo celular y organelos.
La falta de uso de la idea de reino monera tiene que ver con la distinción que actualmente se realiza entre las bacterias y las arqueas, dos conjuntos de diferentes características. De este modo se modifica todo el sistema de clasificación de los organismos.
Las arqueas son un conjunto de microorganismos unicelulares que, del mismo modo que las bacterias, poseen una morfología procariota, o sea que no tienen un núcleo ni, por lo general, orgánulos membranosos en su interior. Dado que en esencia son diferentes a las bacterias, tienen su propio reino (o dominio). En el pasado, cuando se las incluía en el reino monera, los científicos las denominaban arquebacterias, nombre que ya ha quedado en desuso.
El vocablo monera aún se utiliza para hablar de las bacterias en general; en otras palabras, sirve para referirse a la rama evolutiva (el clado) de la cual forman parte todos los organismos celulares que no poseen un núcleo definido, o sea, los procariontes, las más antiguas formas de vida descubiertas por el ser humano.
Características del reino monera
Podemos decir que el reino monera presenta las siguientes características, sumadas a las ya mencionadas en párrafos anteriores:
- Su tamaño, el más pequeño de cualquier organismo celular, puede estar entre 3 y 5 micrómetros (una unidad de longitud que equivale a la millonésima de un metro).
- Con respecto a su nivel celular, por lo general son organismos unicelulares.
- No poseen mitocondrias, plastos ni sistemas endomembranosos de ningún tipo.
- Su alimentación es osmótrofa, o sea que adquieren los nutrientes que necesitan en forma de sustancias disueltas, a través del proceso conocido como ósmosis, y puede darse de forma heterótrofa (si se alimentan de sustancias que han sintetizado otros organismos) o autótrofa (si ellas mismas sintetizan sus propias sustancias orgánicas, necesarias para el metabolismo, partiendo de sustancias inorgánicas).
- Requieren de un nivel ínfimo de oxígeno para su supervivencia.
- Se reproducen fundamentalmente a través de fisión binaria, de forma asexual. Los organismos procariotas no experimentan la mitosis. Intercambian o conjugan material genético para conseguir la formación de un nuevo ejemplar.
- Pueden tener flagelos para facilitar su locomoción.