Remanufactura es una noción que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). Podemos encontrar, en cambio, el término manufactura, que se refiere al producto fabricado de manera manual o con la asistencia de una máquina.
Es posible afirmar que una remanufactura, por lo tanto, es un objeto que se ha manufacturado nuevamente. Los productos remanufacturados son el resultado de una restauración o una modificación de otros que ya se habían fabricado y utilizado con anterioridad.
La importancia de la remanufactura
Por lo general, cuando un producto ya fue utilizado, se descarta y se convierte en un desecho. Sin embargo, en muchos casos es posible recuperarlo a través de diferentes procesos para que, ya sea en su totalidad o en parte, pueda volver a utilizarse. El resultado de dichos procesos de reciclaje y rearmado recibe el nombre de remanufactura.
La remanufacturación contempla la inclusión de piezas nuevas para reemplazar aquellas que están gastadas y ya no sirven. Lo que se busca es que el producto en general adquiera una segunda vida útil, algo que es positivo para el medio ambiente ya que se minimiza el nivel de basura y evita tener que poner en marcha nuevamente todo el mecanismo productivo (con sus consiguientes emisiones contaminantes).
Desarrollo del proceso
La remanufactura se sustenta en una serie de pasos y pilares:
- La recogida del producto desde el lugar donde fue depositado una vez que se agotó su uso.
- El mantenimiento de su valor.
- Una perfecta coordinación de todas las partes que juegan un papel fundamental dentro del proceso.
- La aplicación adecuada y necesaria de los métodos de diseño para la remanufactura.
- El desarrollo del control de calidad imprescindible para que los productos remanufacturados lleguen en las mejores condiciones posibles al consumidor.
Aunque ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años el sector de la remanufactura, se considera vital que se sigan llevando a cabo medidas para poder impulsarlo de la manera más adecuada. En este sentido, los expertos del sector establecen que es necesario desde clarificar la legislación al respecto hasta apoyar a las PyMEs dedicadas a dicha labor pasando por llevar a cabo la acreditación de productos remanufacturados o incluso incentivar fiscalmente la compra de artículos de ese tipo.
Ejemplos de remanufactura
Un ejemplo de remanufactura son los cartuchos de tinta que, una vez vacíos, se vuelven a llenar. Esta práctica, pese a que los fabricantes de impresoras y de cartuchos nuevos califican como riesgosa para el equipo, es bastante frecuente ya que permite reducir los costos vinculados a la impresión.
Dentro del ámbito de este tipo de consumibles para impresoras, podemos establecer que existen dos clases de cartuchos remanufacturados:
- Los de tóner. Estos, después de un proceso consistente en tareas tales como el desensamblaje o la reposición, se rellenan.
- Los de inyección. Como su propio nombre indica se utilizan en impresoras que funcionan mediante un sistema de inyección de tinta. Para conseguirlos es necesario acometer la limpieza, la comprobación y el pertinente relleno de los que ya fueron usados.