La responsabilidad personal suele analizarse desde la ética.
La responsabilidad personal es una obligación que carga un individuo. El concepto suele asociarse a un compromiso moral que asume el sujeto en virtud de sus valores.
La idea de responsabilidad hace referencia a un deber. Personal, en tanto, es aquello vinculado a la persona: un ser humano.
La responsabilidad personal puede entenderse como aquello que alguien está obligado a hacer. Si bien el concepto suele asociarse a la moral, el mandato también puede surgir de un reglamento o una normativa.
Temas
ResumenCaracterísticas de la responsabilidad personal
Es posible entender la responsabilidad personal de distintas formas. Cuando se apela al consecuencialismo, la responsabilidad de la persona emana de las consecuencias de sus actos: es decir, si su accionar provoca un daño, es responsable de dicho efecto.
La deontología, por su parte, atribuye un valor intrínseco a los actos. Hay preceptos religiosos, culturales y de otra índole que indican que una acción es incorrecta o correcta en sí misma. En este caso, la responsabilidad personal está implícita en lo realizado.
Si se considera el aspecto moral, la responsabilidad personal siempre es interna. Hay un peso de la conciencia individual independientemente de la codificación del acto o de si éste ha sido descubierto o advertido por los demás.
La educación en valores ayuda a asumir la responsabilidad personal.
Libre albedrío y determinismo
La existencia de la responsabilidad personal es la base del llamado libre albedrío. Esta creencia sostiene que el ser humano toma sus decisiones con libertad, pudiendo elegir cómo actuar. Esto supone que, cuando alguien decide realizar una acción libremente, tiene responsabilidad sobre la misma y sobre sus consecuencias.
El determinismo, en cambio, expresa lo contrario. Esta doctrina manifiesta que la totalidad de los eventos surgen como un resultado ineludible de causas precedentes. Algunas versiones del determinismo introducen la existencia del destino, una especie de poder que rige la realidad. Así, los seres humanos hacen lo que marca el destino y no existe una responsabilidad personal.
En el lenguaje coloquial, la noción de responsabilidad personal es cercana al libre albedrío. Suele considerarse que las personas deben hacerse cargo de sus propios actos y esforzarse para que sus acciones los conduzcan a la meta deseada.
La responsabilidad personal lleva actuar con respeto por uno mismo y por los demás.
Importancia de la responsabilidad personal
Siguiendo con esta línea, la responsabilidad personal exige autodisciplina para que la toma de decisiones se lleve a cabo con integridad y honestidad. Cada sujeto debe asumir un compromiso consigo mismo y tener proactividad para cumplir sus objetivos.
La responsabilidad personal, en este sentido, surge de la autonomía. Cuando uno tiene confianza en sí mismo y se conduce con libertad individual, logra el empoderamiento y asume la responsabilidad de su presente y su futuro. Un individuo es responsable de la solución de problemas en su vida, para lo cual necesita resiliencia y adaptabilidad.
No debe dejar de tenerse en cuenta, no obstante, que el ser humano es un ser social y que cada persona nace y se desarrolla en circunstancias específicas. Por más que alguien asuma la responsabilidad de su crecimiento personal, puede no contar con los recursos ni las oportunidades para progresar.
El autocuidado
El autocuidado tiene una vinculación directa con la responsabilidad personal. Se requiere de madurez para adoptar las medidas que resultan beneficiosas o positivas para uno mismo.
Es imprescindible tomar conciencia sobre lo que uno realiza. Cada persona tiene que asumir su propio cuidado y llevar a cabo actos que no sean nocivos para sí y para terceros.
Descansar el tiempo necesario, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico y reducir el estrés son cuestiones que, en mayor o menor medida, dependen de cada sujeto. Por consiguiente, hay una responsabilidad personal en el propio bienestar.
La actitud también es un factor de autogestión. Quien no padece un trastorno psicológico o emocional está en condiciones de adoptar una disposición favorable para construir su propia realidad y orientar sus experiencias.
Ejemplos de responsabilidad personal
Tomemos el caso de un joven que debe enfrentarse a la enfermedad de su padre. Su responsabilidad personal lo lleva a posponer sus planes para atender a su progenitor: así, deja de lado salidas de ocio para acompañarlo y lo ayuda económicamente. Asumir esa responsabilidad contribuye al bienestar emocional del muchacho que, en medio de una situación difícil, actúa con gratitud y amor a su papá y hace aquello que siente que debe hacer.
Pensemos ahora en una mujer que disfruta de una buena posición económica. Más allá de su situación individual, su responsabilidad personal la lleva a ejercer una ciudadanía activa, se involucra en proyectos de participación comunitaria y se pone al servicio de los demás. Esta mujer tiene empatía y comprende que a su alrededor hay mucha gente que, a diferencia de ella, no logra satisfacer sus necesidades básicas. Por eso considera que tiene que actuar con compasión y solidaridad y trabajar por la equidad y la justicia social. Su intención es que todos puedan acceder a los beneficios y las comodidades que ella dispone.
Consideremos ahora la realidad de una familia que vive en un pueblo costero. La responsabilidad personal de cada uno de sus integrantes hace que se comprometan con la protección del medio ambiente, conscientes de la importancia de preservar el ecosistema marino. De este modo, realizan tareas de voluntariado para luchar por la sostenibilidad y la conservación de recursos.
Publicado por 
