Sebo es un término de nuestra lengua que procede del vocablo latino sebum. El concepto hace referencia a la grasa cruda que se obtiene de los animales de alimentación herbívora y que, una vez que se derrite, tiene diversos usos.
El sebo puede encontrarse en las vacas, los corderos, las ovejas o los bueyes. Se trata, por lo general, de la grasa dura que se sitúa en torno a los riñones y en el lomo del animal.
Características del sebo
A temperatura ambiental, el sebo es sólido: sin embargo, su punto de fusión es bajo, ya que se sitúa entre los 45º y los 50ºC. De este modo se fundición resulta muy sencilla.
El sebo crudo debe mantenerse refrigerado para que pueda conservarse. En cambio, el sebo industrial, ya procesado, puede almacenarse sin refrigeración cuando está envasado al vacío.
Es importante destacar que, en ocasiones, la noción de sebo se aplica a otras sustancias grasas, ya sea obtenidas de distintos animales o de vegetales. Con el sebo se pueden fabricar velas, producir jabones, elaborar lubricantes o incluso para preparar comida para aves.
Beneficios de su uso en la cosmética
Es necesario dejar patente que, en los últimos años, se ha producido un notable aumento de la demanda de sebo a la hora de poder acometer distintos tratamientos de belleza e incluso para darle forma a cosméticos de diversa índole. Y es que se considera que dicho producto ofrece una larga lista de beneficios a nivel estético, entre los que destacan los siguientes:
- Consigue que el cabello luzca brillante.
- Contribuye a hacer desaparecer las manchas de la cara e incluso a acabar con las antiestéticas espinillas.
- De la misma manera, se considera que se convierte en un estupendo aliado a la hora de reducir a la mínima expresión las arrugas.
- También es un elemento muy apropiado para cuidar las manos. En este caso concreto, podemos determinar que el sebo sirve para que dejen de tener problemas de sequedad e incluso para acabar con sus grietas.
El sebo en la gastronomía
El sebo también permite desarrollar diversas preparaciones gastronómicas. Este ingrediente forma parte de varias recetas típicas de la cocina británica, como el haggis, la mincemeat, el dumpling y el Christmas pudding.
En algunos casos, el sebo se utiliza para freír alimentos. Una famosa cadena de fast food estadounidense utilizó durante años sebo para preparar sus papas fritas (o patatas fritas), combinándolo con un poco de aceite.
Cabe destacar que el consumo excesivo de grasas puede generar trastornos cardiovasculares en el ser humano ya que estas sustancias tienden a bloquear las arterias.
Una expresión coloquial
No podemos olvidar que de manera coloquial también se emplea el término que nos ocupa . En concreto, se usa formando parte de la expresión “bola de sebo”, que es empleada para insultar a una persona que tiene algunos kilos de más.
Además podemos subrayar la existencia de un cuento que precisamente se titula así: “Bola de sebo”. Fue escrito por el autor francés Guy de Maupassant (1850–1893) y gracias al mismo consiguió un gran éxito.
El relato fue publicado en 1880, toma como escenario la ocupación de Francia en 1870 como consecuencia de la guerra franco-prusiana y su protagonista es una mujer “de vida alegre” llamada Elizabeth Rousset, pero apodada como el título de la narración.