El sótano es la habitación que se ubica en un sector subterráneo de una construcción. Se trata, por lo tanto, de un ambiente que se desarrolla debajo del suelo o de la superficie.
Por ejemplo: “En el sótano de casa guardamos juguetes viejos y recuerdos”, “El abuelo Rubén convirtió el sótano en una sala de juegos”, “La joven estuvo secuestrada ocho días en el sótano de una vivienda abandonada”.
Características de un sótano
Por su ubicación, el sótano cuenta con una iluminación natural muy limitada y con un elevado nivel de humedad. Además es habitual que su temperatura permanezca estable en comparación a otros rincones de la casa. Esto hace que, tradicionalmente, se elija el sótano para almacenar vinos y ciertos alimentos.
Los sótanos también pueden servir para guardar objetos que se emplean poco, herramientas o recuerdos. En este sentido, pueden funcionar como depósitos. A una familia puede resultarle útil llevar al sótano aquello que utiliza con poca frecuencia, dejando el espacio del resto de los ambientes de la casa para objetos y artefactos a los que recurre de manera cotidiana.
Un refugio
En algunos países, los sótanos también se emplean como refugio ante catástrofes ambientales. Una vivienda construida en una zona de tornados puede contar con un sótano que, ante la irrupción de un fenómeno de este tipo, permita a la familia guarecerse: el viento puede dañar la estructura de la casa, pero no el ambiente subterráneo.
Cuando el sótano sirve como refugio, es habitual que se almacenen en él alimentos no perecederos que permitan la subsistencia sin necesidad de salir al exterior durante un tiempo.
Kit de supervivencia para un sótano anticatástrofes
Existen muchos productos comerciales que brindan todo lo necesario para hacer frente a una catástrofe natural o una guerra. Sobra decir que, salvando excepciones, estamos hablando de artículos que se venden como cualquier otro, que forman parte de un negocio y no de un movimiento desinteresado.
Por lo general, el formato más popular es el de mochilas de gran amplitud, con diversos componentes pensados específicamente para hacer frente a una situación desesperada y sin posibilidades de desplazarse. Un producto de esta clase podría ser una mochila de 30 litros de capacidad, con más de cien artículos en su interior para permitir la supervivencia a cuatro personas por un período de tres días. Entre sus accesorios podría haber: lupa, espejo, termómetro, linterna, brújula, linterna solar, radio solar, botiquín, utensilios básicos de cocina, mantas isotérmicas, bidón plegable y porciones de comida, además de un cargador para el móvil.
Dado que el agua es el elemento fundamental para nuestra supervivencia, también es uno de los puntos principales a la hora de diseñar un kit para llevar a un sótano en caso de una catástrofe. Un producto que se ha vuelto muy popular es la denominada LifeStraw, un filtro capaz de tomar agua contaminada y transformarla en potable, con una simple aspiración por parte del usuario. De este modo, cualquier fuente de agua estancada puede convertirse en un recurso para vivir un día más.
Además de los artículos de higiene personal, del botiquín y de los alimentos, no debemos olvidar que también es necesario contar con algunos productos para aliviar la tensión y luchar contra el estrés propio de una situación de encierro en un sótano o en un búnker. Dependiendo del caso, puede bastar con libros, revistas y juegos de mesa; pasar un momento de ocio en medio de una catástrofe puede parecer una actitud irresponsable, pero en realidad es una forma sana de actuar si la solución al problema exterior no está en nuestras manos.
Así como los juegos, siempre debemos contar con libretas y lápices en el sótano, ya que puede servirnos para exteriorizar nuestras experiencias a través de la escritura o el dibujo, así como para elaborar un mensaje que podamos pasar por una hendija en caso de derrumbe.