El sustento incluye todo recurso o medio de vida necesarios para mantener la subsistencia o el bienestar de una persona o de una comunidad. Puede abarcar alimentos, vivienda, ingresos económicos, empleo, entre otras cosas fundamentales para sostener la vida.
Alimentación
La alimentación es un componente fundamental del sustento humano. Se refiere al acto de consumir comida para obtener energía y nutrientes necesarios para mantener la vida.
Las fuentes de alimentación son variadas y dependen en gran medida de factores como la ubicación geográfica, la cultura, las tradiciones y los recursos disponibles. A continuación exploramos tres de las principales.
Alimentos vegetales
Incluyen frutas, verduras, cereales, legumbres y frutos secos. Estos alimentos, que se pueden obtener mediante la agricultura, son ricos en vitaminas, minerales, fibra y carbohidratos, y proporcionan una fuente importante de energía y nutrientes esenciales para el organismo. En este marco, el agua es un elemento muy preciado, ya que resulta esencial para el cultivo y la cosecha.
Alimentos animales
Incluyen carne, pescado, aves, lácteos y huevos. Son ricos en proteínas de alta calidad, así como en vitaminas y minerales como hierro, calcio y vitamina B12. Para conseguir estos productos, el ser humano recurre a la ganadería, la caza y la pesca.
Alimentos procesados
Son aquellos que han sido sometidos a procesos de transformación industrial, como embutidos, alimentos enlatados, snacks y alimentos precocinados. Si bien estos alimentos pueden proporcionar conveniencia, es importante consumirlos con moderación y priorizar alimentos frescos y naturales.
Nutrición
La nutrición es el proceso mediante el cual el cuerpo utiliza los nutrientes obtenidos de los alimentos para el adecuado mantenimiento de sus funciones vitales, crecimiento y desarrollo. Los nutrientes esenciales incluyen carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, los cuales desempeñan roles específicos y son necesarios para mantener la salud.
El cuidado de la nutrición es crucial para prevenir enfermedades, mantener un peso corporal adecuado y mejorar la calidad de vida en general. Una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos de origen vegetal y animal proporciona los nutrientes necesarios para satisfacer las necesidades del cuerpo humano.
Refugio y vivienda
El refugio y la vivienda han sido aspectos fundamentales del sustento humano a lo largo de la historia, ya que proporcionan protección, seguridad y un lugar para desarrollar actividades vitales como el descanso, la crianza de los hijos, la preparación de alimentos y la interacción social. Su evolución se vio influenciada por una variedad de factores, incluyendo las condiciones geográficas, el clima, la tecnología, la economía y la cultura.
En las primeras etapas de la historia humana, los seres humanos dependían de refugios naturales como cuevas, rocas sobresalientes y refugios temporales construidos con ramas y hojas para protegerse de los elementos y los depredadores. Con el desarrollo de la agricultura como fuente de abastecimiento, surgió la necesidad de viviendas más permanentes, lo que llevó al desarrollo de la arquitectura primitiva, como chozas de barro, casas de adobe y cabañas de madera.
En las civilizaciones antiguas, como las de Mesopotamia, Egipto, Grecia y Roma, la vivienda evolucionó para convertirse en estructuras más elaboradas, como casas de piedra y ladrillo, a menudo con varias habitaciones y comodidades básicas. Estas viviendas, más parecidas a lo que hoy llamamos hogar, no solo proporcionaban refugio, sino también un sentido de comunidad y pertenencia, ya que a menudo estaban ubicadas cerca de otras viviendas y lugares de reunión.
Pasaron la Edad Media, con su distribución de la vivienda que distinguía claramente a los nobles, y el Renacimiento, con sus avances arquitectónicos que ampliaron las casas de la clase alta y compactaron las de los trabajadores. Y llegamos a la actualidad, con grandes metrópolis donde reina la tecnología, que dota de autonomía a nuestras casas, pero aún no conseguimos acabar con la pobreza: millones de personas carecen de acceso a ésta y otras fuentes de sustento.
Trabajo
El trabajo desempeña un papel crucial como medio para obtener recursos necesarios para la supervivencia y el bienestar. En la actualidad, existe un gran número de oficios y carreras profesionales para conseguir un ingreso monetario (el salario) y, en el mejor de los casos, alcanzar la estabilidad financiera, tan necesaria para el sustento en el mundo moderno.
Basándonos tan sólo en la teoría y sin tener en cuenta los innegables obstáculos sociales y económicos, el camino hacia la consecusión de un puesto de trabajo comienza con la educación, un derecho fundamental de las personas. Este proceso comienza en la infancia y nos brinda las herramientas para desenvolvernos en el mundo laboral y estudiantil una vez que nos independizamos. Para insertarnos en un mercado en particular, podemos recurrir a cursos de capacitación específicos que potencien nuestras habilidades naturales.
Sin embargo, existe un fenómeno persistente que afecta la capacidad de las personas para acceder a un nivel de vida adecuado y satisfactorio: la desigualdad salarial. Se refiere a las disparidades en los ingresos entre diferentes grupos de trabajadores, ya sea por género, raza, etnia, nivel educativo, ubicación geográfica u otras características. Éstas pueden ser el resultado de diversos factores, incluyendo la discriminación, la falta de acceso a oportunidades laborales, la falta de políticas salariales equitativas y la estructura socioeconómica de la sociedad.
Sustentabilidad
La sustentabilidad es la capacidad de satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. En otras palabras, se trata de equilibrar el desarrollo económico, social y ambiental para garantizar un futuro próspero y sostenible para todas las formas de vida en el planeta.
La sustentabilidad es fundamental para abordar los desafíos globales actuales, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la escasez de recursos naturales y la desigualdad social. Requiere un enfoque holístico y colaborativo que involucre a gobiernos, empresas, sociedad civil y ciudadanos individuales para trabajar juntos hacia un futuro más sostenible y equitativo.
Sustentabilidad ambiental
Implica conservar y proteger los recursos naturales, preservar la biodiversidad, reducir la contaminación y mitigar el cambio climático. Depende de prácticas de gestión sostenible y consumo responsable de recursos naturales, como agua, suelo, aire, energía y biodiversidad, así como la adopción de tecnologías limpias y renovables, de desarrollo sostenible, para reducir la huella ecológica y minimizar los impactos negativos en el medio ambiente.
Sustentabilidad social
Garantizar la equidad, la justicia social y el bienestar humano. Esto implica promover la igualdad de acceso a oportunidades educativas, de salud, empleo y participación en la toma de decisiones, así como proteger los derechos humanos, culturales y laborales de todas las personas, especialmente de los grupos marginados y vulnerables.
Sustentabilidad económica
Fomentar un crecimiento económico equitativo y sostenible que no agote los recursos naturales ni degrade el medio ambiente. Promover prácticas empresariales responsables y éticas, invertir en infraestructuras resilientes y sostenibles, así como adoptar políticas económicas que fomenten la inclusión social, la creación de empleo decente y la reducción de la pobreza.