La tuba es un instrumento musical de viento que se asemeja al clarín (también llamado bugle). Para producir el sonido, el intérprete debe soplar a través de una boquilla de poco más de dos centímetros para generar una corriente de aire.
Por lo general la tuba se fabrica con latón. Este instrumento, que suele afinarse en Si bemol, Mi bemol, Do o Fa, puede tener entre dos y seis válvulas. Las tubas de dos válvulas se destinan a quienes están aprendiendo a tocar el instrumento, mientras que las tubas más populares disponen de cuatro válvulas.
Cabe destacar que la tuba puede cubrir más de cuatro octavas de extensión, y esto lo convierte en un instrumento de gran versatilidad. Existen diferentes clases de tubas: por ejemplo, es posible distinguir entre la tuba tenor, la tuba francesa y la tuba contrabajo, además de otras.
La tuba wagneriana
La incorporación de la tuba a las orquestas sinfónicas es bastante reciente. No fue hasta las primeras décadas del siglo XIX que comenzó a emplearse, en reemplazo del figle. En 1876, Richard Wagner ideó una versión de la tuba (conocida como tuba wagneriana) para su ópera «El anillo del nibelungo». La tuba wagneriana, que desde entonces se ha empleado en diversas obras, es una combinación de la tuba tradicional y de la trompa.
La inspiración para crear este peculiar instrumento le llegó a Wagner tras una visita breve a una tienda parisina, más de dos décadas antes de que finalizara el diseño y la fabricación del primer ejemplar. El compositor alemán buscaba un instrumento con el cual interpretar una parte específica de su ópera «El anillo del nibelungo» con un tono más lúgubre del que podía conseguir el trombón, pero menos incisivo, algo que podría lograr una trompa.
Fue a través de un taladro cónico similar al usado para la fabricación de una trompa y de una boquilla menos amplia que la del trombón que pudo obtener el efecto que deseaba. Además, incluyó válvulas rotativas que, del mismo modo que en la trompa, deben tocarse con la mano izquierda.
Es posible encontrar dos tamaños de tuba wagneriana, la tuba bajo (afinada en Fa) y la tuba tenor (en Si bemol); sus extensiones son comparables con las de las trompas normales, aunque la calidad de sus notas superiores no es tan buena. Con la llegada del siglo XX, algunos fabricantes comenzaron a combinar ambos modelos en una que contiene las dos afinaciones.
Con respecto a la ubicación de la tuba wagneriana en la orquesta, está ligada al músico que la debe interpretar: si se trata de un trompista, entonces se encuentra sobre las trompetas y debajo de las trompas; en otros casos, es común que se ubique sobre la tuba común (la denominada tuba contrabajo) y debajo de los trombones.
Las sinfonía de Bruckner
Uno de los compositores que escribió partituras indicando el uso específico de la tuba wagneriana fue Anton Bruckner, un destacado músico del siglo XIX oriundo de Austria, para sus sinfonías 7, 8 y 9.
Existe un instrumento de viento metal llamado bombardino o eufonio que a veces se utiliza para interpretar las partes de la tuba wagneriana; su tubería es cónica y su voz cubre el rango de barítono a tenor. Entre las razones de esta sustitución se encuentra el hecho de que su boquilla sea de trompa, lo que vuelve su sonido menos penetrante y más fácil de producir.
Otros usos del término tuba
En Filipinas, Tuba es el nombre de un municipio que pertenece a la provincia de Benguet.
Además es la denominación de la savia que se obtiene del coco, la cual se emplea para elaborar un licor después de su destilación y un aguardiente o un vinagre tras su fermentación.