Auscultación es el acto y resultado de auscultar. Este verbo puede emplearse con referencia a la práctica médica que consiste en escuchar los sonidos que generan los órganos en el pecho o en el vientre para analizarlos y detectar eventuales patologías. Auscultar también es indagar sobre el estado de algo o sobre los pensamientos de un individuo respecto a un cierto tema.
Puede decirse que la auscultación implica explorar el cuerpo del paciente mediante la escucha, ya sea con instrumentos o de modo directo, de los sonidos que se producen en la caja torácica o en el abdomen. Estos ruidos pueden ser provocados por la contracción del corazón o por el aire que pasa por los pulmones, por ejemplo.
Evolución histórica
En la antigüedad, para realizar la auscultación, el médico solía acercar su oído al cuerpo del paciente para escuchar directamente los sonidos. También, en ocasiones, apelaba a una especie de tubo para oír con más claridad.
Actualmente la auscultación se lleva a cabo con un instrumento denominado estetoscopio o fonendoscopio, que presenta una membrana conectada a auriculares. El estetoscopio optimiza la acústica para que el médico reciba mejor los sonidos.
Tipos de auscultación
Dichos cambios a lo largo de la historia de la medicina se reflejan en la clasificación fundamental de la auscultación:
- Inmediata: el médico apoya su oreja sobre el cuerpo del paciente para escuchar los ruidos sin ayuda de ningún instrumento. Como se menciona más arriba, se trata de un método antiguo y prácticamente ya no se utiliza.
- Mediante trompa: se emplea un tubo de forma similar a la de una trompeta, cuya parte más ancha se apoya sobre el cuerpo del paciente mientras que del otro extremo el médico percibe los ruidos. Antiguamente, este tipo de auscultación se usaba para controlar el estado del feto, pero en la actualidad basta con la ecografía.
- Mediata: consiste en el uso del estetoscopio, y es la más extendida a nivel mundial ya que es más precisa y versátil que las anteriores.
La auscultación cardíaca, que se realiza en diferentes puntos del tórax, permite que el profesional detecte soplos, los cuales son síntomas de un posible problema en las válvulas del corazón. Para desarrollar esta evaluación el médico le solicita al paciente que inhale aire, lo mantenga y luego lo exhale.
Otras clases de auscultación son la auscultación digestiva, la auscultación pulmonar y la auscultación obstétrica (que consiste en escuchar los latidos del feto con una ecografía doppler).
Evaluación digestiva
La auscultación digestiva consiste en la aplicación de la campana del estetoscopio en cada uno de los cuadrantes del abdomen para escuchar los movimientos de los intestinos.
Dependiendo de factores tales como la intensidad y la frecuencia de los ruidos que percibe el profesional mediante esta técnica puede determinar si el estado del paciente es normal o si presenta alguna patología.
Auscultación pulmonar
Para la evaluación del flujo de aire que atraviesa el árbol traqueobronquial se lleva a cabo la auscultación pulmonar combinada con la percusión; en conjunto, también permiten al médico estudiar el espacio pleural del paciente. Los objetivos fundamentales de esta técnica son los siguientes tres:
- Escuchar los ruidos que genera la respiración.
- Percibir los ruidos denominados adventicios o añadidos (son los que se superponen a los de la respiración normal y siempre son signos de patología crónica o aguda).
- Si el médico cree que el paciente presenta alguna anomalía, entonces también intenta escuchar los ruidos de la voz que llegan hasta la pared torácica.
- Para la evaluación, el paciente puede mantenerse de pie o sentarse; el médico sitúa el estetoscopio a ambos lados de la columna vertebral, en la cara anterior del tórax y en los costados, mientras le indica al primero que inspire o espire.