Definición de

Cultura de la paz

Fraternidad

La cultura de la paz promueve la fraternidad.

La cultura de la paz es el conjunto de las conductas, las actitudes y los valores que promueven una convivencia en armonía y sin violencia. Se trata de una visión que apuesta por el diálogo para la resolución de conflictos.

Cabe destacar que la idea de cultura puede asociarse a un modo de vida. La paz, en tanto, se relaciona con la concordia, el entendimiento y la inexistencia de enfrentamientos violentos.

Incentivar la cultura de la paz, por lo tanto, es imprescindible para desalentar los ataques, las agresiones e incluso los conflictos bélicos. Por eso es impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Características de la cultura de la paz

La cultura de la paz es una mirada de la realidad o una manera de vivir que se basa en la no violencia. Fomenta la tolerancia, la solidaridad, la empatía y la compasión tanto en el plano individual como a nivel comunitario.

Sus principios aparecen en la Carta de las Naciones Unidas. Luego de dos guerras mundiales, la ONU nació en 1945 con el objetivo de contribuir a una paz duradera y con Estados que diriman sus conflictos a través de la diplomacia, la negociación y la conciliación.

Puede entenderse a la cultura de la paz, de esta forma, como un sistema de creencias, aptitudes y formas de actuar que evidencian un respeto a las personas, los animales y el medio ambiente. Garantizar los derechos humanos, favorecer la justicia social y defender la democracia está entre sus objetivos.

Debe considerarse que la construcción de una cultura de paz requiere del compromiso de toda la sociedad. De lo contrario, sus efectos serán acotados o nulos. Hay que entenderla como un proceso donde los conflictos no son rechazados o negados, sino que  se posicionan como una fuente de aprendizaje para la transformación social.

Asertividad

La inteligencia emocional y la asertividad son importantes en la cultura de la paz.

Cómo se promueve

La educación para la paz es clave para el desarrollo de este tipo de cultura. Estos principios deben inculcarse en las escuelas para que la búsqueda de consensos y la solución pacífica de enfrentamientos estén presentes desde la niñez.

No obstante, existen múltiples variables que inciden en la cultura de la paz y que van más allá de los comportamientos y las actitudes. La lucha contra la pobreza, la inclusión social, el desarrollo sostenible y la igualdad de género, por ejemplo, deben formar parte de las metas de gobierno ya que son indispensables para la paz. Dicho de otro modo: las desigualdades sociales y económicas atentan contra la convivencia armónica. La participación ciudadana y la libertad de expresión, asimismo, son necesarias para la cultura de la paz.

No puede dejar de mencionarse que el concepto de paz puede analizarse de diversas formas. Suele hablarse de una paz negativa (la ausencia de guerra o violencia directa) y una paz positiva (a través de la justicia, la igualdad, etc.). La cultura de la paz implica el impulso de una paz positiva donde se promuevan los intereses en común y donde haya un compromiso por el respeto de todas las personas y los grupos sociales. Esto supone que no se toma a la paz como la falta de conflicto, sino como la existencia de justicia e igualdad, ya que los conflictos no pueden evitarse en las relaciones sociales pero sí pueden resolverse sin que deriven en un estallido violento.

Ética global

La cultura de la paz requiere de una ciudadanía mundial comprometida y de una ética global.

Ejemplos de cultura de la paz

Tomemos el caso de una escuela donde se trabaja para la educación en valores y la construcción de la cultura de la paz. En cada curso se eligen dos delegados, quienes representan a sus compañeros y deben desarrollar tareas de arbitraje ante conflictos que afecten la convivencia escolar. En la institución, a su vez, se llevan a cabo jornadas de meditación para reducir el estrés e incrementar el bienestar emocional y se impulsan tareas de voluntariado para que los estudiantes se comprometan con su comunidad.

Pensemos ahora en una provincia donde conviven distintas etnias. Las autoridades, guiadas por la cultura de la paz, fomentan el diálogo intercultural. De hecho, consideran que esa diversidad cultural es un patrimonio de la región y se esfuerzan por darla a conocer. En este marco, organizan actividades de intercambio y difunden las prácticas y costumbres locales.

Otro ejemplo de cultura de la paz lo encontramos en un municipio o ayuntamiento que desarrolla una campaña de desarme. La propuesta invita a los ciudadanos a entregar voluntariamente sus armas.

Un país, a su vez, puede optar por su desmilitarización. Así disuelve las fuerzas de armadas y establece pactos de no agresión con otras naciones.

Las iniciativas de diálogo interreligioso, la formación en derechos humanos y el activismo pacífico son otros ejemplos de cultura de la paz. Incluso pueden nombrarse a organizaciones como la Cruz Roja Internacional, Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional como ejemplos de entidades cuyo accionar se enmarca en esta valiosa visión.

¿Te sirvió este artículo?

Cómo citar este artículo Julián Pérez PortoPublicado por Julián Pérez Porto, el 16 de septiembre de 2024. Cultura de la paz - Qué es, definición, características y ejemplos. Disponible en https://definicion.de/cultura-de-la-paz/
Buscar otra definición
x