Los mercados emergentes son naciones que evidencian una tendencia de crecimiento económico y tienen potencial para incrementar aún más su actividad comercial y productiva. No obstante, estos países acarrean una situación de inestabilidad tanto financiera como política.
Suele indicarse que los mercados emergentes son economías en desarrollo: se hallan en una transición entre el subdesarrollo y su consolidación como una nación desarrollada. Por sus características, se trata de territorios que ofrecen buenas oportunidades de inversión.
Antes de continuar, es interesante analizar las dos palabras que forman este concepto. Mercado puede aludir a la región con relevancia en el contexto comercial y al conjunto de las actividades que llevan adelante los agentes económicos. El adjetivo emergente, en tanto, refiere a aquel o aquello que emerge: sale a la superficie, flota o asoma.
Origen de los mercados emergentes
La idea de mercado emergente no tiene una definición precisa. En general alude a los países que se encuentran en una primera etapa de industrialización y están creciendo a nivel económico.
Quien ideó la noción fue el economista y consultor Antoine van Agtmael a comienzos de la década de 1980. Por entonces, la Corporación Financiera Internacional (CFI) -una institución que pertenece al Banco Mundial– realizó un análisis de mercado de naciones como India, Tailandia, Corea del Sur, Grecia, México, Brasil y Argentina, entre otras que mostraban un importante crecimiento. Van Agtmael, integrante de la CFI, apeló a la denominación de mercados emergentes para plasmar el dinamismo de estas economías en progreso.
Hoy se entiende que un mercado emergente presenta condiciones para crecer pero, a la vez, experimenta trabas vinculadas sobre todo a la política. Por eso se ubican a mitad de camino entre los países menos desarrollados, subdesarrollados o fallidos y los países desarrollados.
Sus características
Los mercados emergentes se caracterizan por una economía que crece a un ritmo acelerado. Asimismo son territorios con un mercado de consumo de gran tamaño. La combinación de estos dos rasgos hace que ofrezcan oportunidades de inversión y para el comercio internacional.
La amplitud de su superficie y la cantidad de habitantes también son factores que inciden en la definición. Otras variables son la creciente industrialización, el desarrollo urbano y su progresiva internacionalización (es decir, cuentan con una presencia cada vez más relevante en el contexto global por sus importaciones y exportaciones, por recibir inversión extranjera y por el desembarco de sus empresas nacionales en el exterior).
Así como estas características son positivas, hay factores que le impiden un crecimiento más rápido o firme. La deuda externa, la inflación y la infraestructura deficiente, por ejemplo, dificultan el desarrollo sostenible.
Por eso se les suele reclamar reformas estructurales, seguridad jurídica y estabilidad política a los gobiernos de los países emergentes. Con ciertos ajustes, sostienen los economistas, los mercados emergentes podrían consolidar su crecimiento y propiciar sociedades desarrolladas con menos pobreza y desigualdad y un menor nivel de conflicto social.
Tipos de mercados emergentes
La clasificación de los mercados emergentes puede realizarse de distintas formas. FTSE Russell, por ejemplo, analiza el nivel de ingresos, la solvencia y otras variables para calificarlos del siguiente modo:
- Mercados emergentes avanzados: Como Sudáfrica, Brasil, México, Tailandia y Grecia.
- Mercados emergentes secundarios: Entre los que se encuentran China, Pakistán, Colombia y Rumania.
- Mercados emergentes frontera: Chipre, Jordania, Perú, Túnez y Eslovaquia, entre otros.
Debe considerarse que las clasificaciones varían según la organización o la compañía que realice el análisis. Por otra parte, un país puede mejorar o empeorar su posición de acuerdo al devenir de su situación económica, política y social.
Es habitual que también se agrupen los mercados emergentes según acuerdos comerciales, alianzas o asociaciones que establecen los países. Así encontramos al grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), formado originalmente por esos cinco mercados emergentes. Esta asociación se transformó, a comienzos de 2024, en BRICS+ ya que se sumaron Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Etiopía e Irán. Cabe resaltar que Argentina también había sido invitada a unirse, pero el presidente Javier Milei, al asumir, rechazó la propuesta.
CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía, Sudáfrica), en tanto, es un conjunto que propuso el director de la Economist Intelligence Unit (EIU) de The Economist para reunir a estos mercados emergentes que crecerán, de acuerdo a las estimaciones, más que los miembros del G8 en las próximas dos décadas. El acrónimo MINT (México, Indonesia, Nigeria, Turquía), por otro lado, fue propuesto por Fidelity Investments.
Su importancia
Los mercados emergentes son claves en el contexto económico internacional. Esto se debe a que constituyen un porcentaje importante del PIB (Producto Interno Bruto) mundial.
Asimismo, el gran potencial de crecimiento hace que estas naciones puedan volverse aún más relevantes en el futuro. El desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), la industrialización y la clase media emergente que fomenta el consumo son elementos que propician el progreso y que hacen que estos países sean atractivos para la inversión extranjera directa (IED).
No puede dejar de mencionarse que los mercados emergentes suelen contar con numerosos recursos naturales para explotar y con posibilidades para el desarrollo de infraestructura. Los inversores, en este marco, reclaman la liberalización del mercado y privatizaciones para facilitar la puesta en marcha de proyectos.
Un dato que analizan los inversores al definir flujos de capital es el riesgo país, que refleja qué posibilidades hay de que un Estado no pueda asumir sus obligaciones financieras vinculadas a los bonos soberanos y otros tipos de deuda. También estudian la calificación crediticia. Los gobernantes de países emergentes suelen prestar atención a estos indicadores ya que son determinantes en el éxito de su política monetaria y económica en general.