Región cultural es una expresión propia de disciplinas como la geografía y la antropología que identifica a una porción o área donde se nuclea gente que comparte una cultura. Los elementos que les dan a estas zonas una identidad propia giran en torno a cuestiones étnicas, lingüísticas, vinculadas a la fe o a las tradiciones.
De acuerdo a las características que posean, las regiones culturales se dividen en diferentes categorías. La región cultural popular, por ejemplo, está delimitada por sus integrantes demostrando, y haciendo valer, una identidad cultural muy sólida, profunda y arraigada. Si no hay a nivel cultural demasiada homogeneidad sino distintas culturas que se unifican financiera, social y políticamente, entonces adquiere notoriedad el concepto de región cultural funcional. Asimismo, hay regiones culturales que se describen como formales y se reconocen por contener un centro o núcleo con rasgos culturales definidos aunque más allá de esos puntos se mezclen o fusionen ciertas culturas.
Componentes de una región cultural
Como componentes de una región cultural, es decir, como elementos que marcan y definen un área influyendo en su identidad, pueden contemplarse desde manifestaciones creativas y artísticas hasta estilos de vestirse y alimentarse, pasando por idiomas y creencias.
Después de concluida la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, en suelo alemán se posicionaría la idea de geografía cultural para marcar una diferencia entre zonas a partir de intervenciones humanas sobre la superficie de la Tierra sin detenerse en asuntos biológicos.
Examinando cada región cultural es posible encontrar cómo sus miembros están hermanados ya sea desde el idioma o dialecto, la religión o el arte o bien desde múltiples costumbres y creencias. Si bien queda mucho trabajo por hacer en el planeta para que, en algún momento de la Historia, el mundo no esté dividido ni enfrentado y sea posible soñar con una convivencia mundial pacífica y equilibrada, siempre la educación y una familia presente que inculque valores positivos serán motores esenciales de transformación universal.
Influencias y vínculos entre culturas
Hay influencias y vínculos entre culturas que van generando efectos de diferente índole.
El sincretismo cultural, por ejemplo, describe a un fenómeno determinado por el mestizaje y la transculturación que involucra a, al menos, dos culturas distintas (por lo general, una más fuerte, poderosa o dominante que la otra) que terminan uniéndose (lamentablemente, no necesariamente por voluntad de ambas partes).
Muy interesante, al mismo tiempo, es el amplio rango de aplicación y la variedad de interpretaciones del vocablo multiculturalismo. Por un lado, se lo admite como una doctrina de raíz política que puede contextualizarse dentro de los ámbitos de la filosofía política y la sociología. También se aprovecha para dar cuenta de la convivencia de numerosas culturas dentro de una nación o comunidad. El Diccionario panhispánico del español jurídico respaldado por la Real Academia Española lo presenta como el hecho que surge al reconocer, demostrando tolerancia y respetando el pluralismo de valores y creencias, el valor relativo de cada cultura instaurada dentro de una población o en muchas de ellas. Así, pues, la idea de multiculturalismo se contrapone a la xenofobia y al etnocentrismo.
Otra noción que entra en juego cuando se hace hincapié en las regiones culturales recibe la denominación de interculturalidad. Desde la UNESCO conciben a esta realidad como el panorama pacífico amparado en el respeto y el diálogo para que varias culturas coexistan e interactúen equitativamente y conectan a la interculturalidad con la chance de impulsar manifestaciones culturales compartidas.
La globalización cultural, por detallar otro fenómeno, visibiliza al proceso que, facilitado por vínculos personales, interacciones sociales e intercambios culturales promovidos por medios informativos y actividades comerciales, fortalece a la humanidad al proporcionar, a escala universal, un estilo de vida homogéneo. Esto implica a la cercanía de países por motivaciones artísticas, por adoptar costumbres parecidas y cultivar valores similares.
Regiones culturales distribuidas por el mundo
Hay regiones culturales distribuidas por el mundo cuyos rasgos distintivos las tornan únicas. De todos modos, no es imposible establecer similitudes y diferencias al comparar las regiones culturales de cada continente.
Desde una perspectiva extendida, en América se advierte un área cultural latina y una región cultural anglosajona, mientras que en Asia aparecen el sudeste asiático, Asia Occidental, Asia Meridional y Asia Oriental. Siguiendo por esta vía pueden conocerse las regiones culturales de Oceanía, Europa y África.
Más allá de las cuestiones de fronteras y las distancias geográficas, siempre son esenciales las políticas culturales de alcance tanto nacional como internacional en pos de la inclusión social y la tolerancia cultural.
Es importante que existan y se estimulen el diálogo intercultural, la cooperación internacional y la diplomacia cultural, combatiendo al mismo tiempo hasta la más mínima expresión de discriminación. También es necesaria, sana y enriquecedora la diversidad cultural (a la cual hay que preservar junto a los derechos culturales de los seres humanos), además de trabajar continuamente cooperando entre pueblos para resolver conflictos culturales que se hacen presentes tanto dentro como fuera de cada Estado. El nacionalismo, por ejemplo, en ocasiones da lugar a acciones violentas que emplean la fuerza y el poder para ocupar territorios e imponer una cultura, mientras que aquellos que cultivan el regionalismo dirigen sus esfuerzos y luchas a conseguir beneficios locales y a defender costumbres, ideologías y riquezas culturales de dicha zona. Tampoco hay que olvidar jamás la necesidad de reconocer a los pueblos originarios y de no desconocer los derechos indígenas, respetando su identidad cultural y el patrimonio cultural de los pueblos indígenas.