Para poder comprender qué son las placas tectónicas y cómo repercuten sus movimientos en nuestro planeta es fundamental aprender primero cómo es la estructura de la Tierra.
Tectónica de placas es una expresión que alude a una teoría centrada en la estructura de la litosfera. Este último vocablo se emplea en el ámbito de la Geología para aludir a la capa externa de la Tierra, una porción que se caracteriza por ser rocosa, sólida, rígida y fría.
Este razonamiento está dividido en dos segmentos que, unidos, consolidaron a este principio. Por un lado se enriquece con la teoría de la deriva continental que, en 1912, desarrolló el geofísico y meteorólogo alemán Alfred Wegener. Décadas después, se ampliaron y mejoraron los conocimientos gracias a la formulación de la denominada teoría de la expansión del fondo oceánico. Para poder incorporar este punto a la teoría de la tectónica de placas fue esencial el trabajo investigativo que llevó adelante el geólogo norteamericano Harry Hess para fundamentarla.
Es interesante mencionar que dentro de este contenido se analiza el comportamiento de cada placa tectónica, cuyo movimiento tiene lugar en la astenosfera (es decir, en el área superior del manto terrestre).
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ResumenFenómenos que se asocian a la tectónica de placas
Entre los fenómenos que se asocian a la tectónica de placas aparecen los maremotos o tsunamis y los terremotos. El desplazamiento de placas en la corteza terrestre, asimismo, puede provocar que se generen volcanes.
El proceso de carácter geológico conocido como orogénesis, vinculado al surgimiento de montañas, también se relaciona a esta teoría.
La disciplina englobada dentro de la geofísica que se encarga de estudiar las ondas sísmicas (responsables de ciertos movimientos de las placas tectónicas) y los terremotos (cuya magnitud se mide a través de la escala Richter y su intensidad, por medio de la escala de Mercalli) es la sismología. Los expertos en esta especialidad científica se ocupan de establecer el foco o hipocentro, la ubicación y el tiempo de cada sismo. Examinan, además, las particularidades de los maremotos e investigan acerca de las vibraciones que se registran antes de producirse una erupción volcánica.
Gracias a la vulcanología, por otra parte, la humanidad tiene la posibilidad de estar al tanto de los orígenes, el nivel de peligro que representa cada volcán, su estructura y su condición de activo o inactivo.
Como la actividad de los volcanes puede ser altamente destructiva es importante que, ante una erupción volcánica, la gente que se encuentre relativamente cerca de la zona conozca e implemente medidas de seguridad para minimizar riesgos y poder permanecer a salvo.
En materia de erupciones volcánicas es trascendental destacar que existen múltiples variedades, siendo las principales las erupciones efusivas y las erupciones explosivas. Más allá de estas clasificaciones, es posible diferenciar entre erupciones freáticas (caracterizadas por una explosión de materiales como consecuencia de un calentamiento brusco de agua que deriva en la obtención de un vapor cuya presión es sumamente elevada), freatomagmáticas (fenómenos detectados en aguas subterráneas, lagos o mares a raíz de la interacción directa entre el agua y el magma, pudiendo ser una erupción surtseyana, submarina o subglaciar) y magmáticas (aquellas en las cuales el magma brota en formato de piedra pómez, ceniza o lava, existiendo en este conjunto múltiples subcategorías).
Datos de interés sobre las placas tectónicas
Al buscar datos de interés sobre las placas tectónicas sale a la luz información relacionada a su descubrimiento, sus características y sus variedades. Se logra aprender, por ejemplo, que en nuestro planeta, la Tierra, están activas pero no ocurre lo mismo en Venus ni en Marte, por ejemplo.
También se llega a saber que hay placas oceánicas (como la placa de Nazca, la placa del Pacífico y la placa filipina) y placas mixtas (como los casos de la placa euroasiática y la placa sudamericana). Investigando con una mayor profundidad aparecen precisiones en torno a placas principales (o mayores) y otras calificadas como secundarias (definidas asimismo como placas tectónicas menores). Dentro del primero de estos conjuntos aparecen, además de algunas de las citadas líneas arriba, la placa antártica que se despliega por la Antártida y llega a extenderse por debajo de los océanos fronterizos y la inmensa placa norteamericana cuya superficie, aproximadamente, es de 70 millones de km2. Las placas de Pascua, Panamá, Birmania y Anatolia, entre otras, están consideradas como placas menores.
Otro punto de atención al respecto refiere a las fronteras de placas, lográndose reconocer a la frontera convergente, a la divergente y a la frontera transformante.
Los sismos, en función de su origen y magnitud, pueden llegar a provocar actividad volcánica, tsunamis o algún desplazamiento de la corteza terrestre, entre otras consecuencias.
Impacto de la tectónica de placas
Más allá de conocer en qué consiste la teoría de la tectónica de placas es oportuno indagar en el impacto que tiene la tectónica global en el desarrollo vital, los recursos naturales y en las cuestiones meteorológicas.
Si nos centramos en la conexión entre tectónica de placas y evolución de la vida, por proponer una opción concreta, llegaremos a informes y artículos que dan cuenta de la relevancia de este vínculo. Estas publicaciones señalan que la actividad tectónica, el movimiento de las placas tectónicas, es decisivo para la creación de respiradores hidrotermales que se ubican en el lecho marino y distintos hábitats, la renovación de la superficie terrestre y, en definitiva, para garantizar que nuestro planeta resulte habitable.
Por otra parte, no se puede dejar de mencionar que hay previsiones científicas que indican que, dentro de más de doscientos millones de años, la Tierra va a tener una apariencia muy diferente a la actual a raíz del incesante movimiento de los continentes por acción de la movilidad de las placas.
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