La triquinosis es una enfermedad causada por un parásito llamado triquina, cuyas larvas tienen la capacidad de ingresar en los músculos de ciertos animales. Este trastorno puede provocar dolores intensos, diarrea y vómitos e incluso generar una insuficiencia cardíaca.
El cerdo es uno de los animales que puede ser afectado por la triquina. Por eso si el ser humano ingiere carne de cerdo que no está bien cocida o que directamente se encuentra en estado crudo, puede contraer la triquinosis. Hay que tener en cuenta que los jabalíes, los caballos, los osos, las ratas y los zorros también son especies que pueden hospedar al parásito que provoca la triquinosis.
Cuando la persona ingiere carne infectada por la triquina, el parásito pasa a su propio organismo. En el intestino delgado, las larvas se convierten en ejemplares adultos y se reproducen. Mientras tanto, la triquina avanza por el organismo a través de la sangre, enquistándose en los músculos. Es importante saber que la triquinosis puede llegar a provocar la muerte del individuo.
Prevención de la triquinosis
Existen varios métodos para prevenir la triquinosis. Por un lado, la carne que se ingiere debe ser comprada en establecimientos inspeccionados y avalados por las autoridades, ya que allí se hacen controles periódicos para confirmar que la triquina no afecta a los animales.
Por otra parte, la carne debe ser cocinada hasta que no quede ningún sector crudo. Si un sujeto compra carne de cerdo y la consume cuando aún está rojiza o sale sangre al cortarla, corre el riesgo de contraer triquinosis.
Sobra decir que una opción conveniente para ambas partes es el vegetarianismo: los animales dejan de ser esclavos del sistema, retoman sus vidas naturales en libertad, y nosotros ya no tenemos que preocuparnos por ésta y otras muchas enfermedades, provocadas por la alimentación basada en la explotación. Los seres humanos no tenemos garras con las cuales matar a un animal, ni dientes capaces de desgarrar la carne cruda, y tampoco somos lo suficientemente rápidos ni fuertes como para convertirnos en cazadores naturales; en cambio, sí estamos preparados para crear y mantener una huerta.
Su desarrollo
El virus de la triquinosis tarda aproximadamente dos días en comenzar a reproducirse dentro del organismo, y cada hembra puede generar hasta 1500 larvas, las cuales son expulsadas a la luz intestinal y penetran la mucosa, recorren el sistema por medio del torrente sanguíneo y los capilares linfáticos hasta llegar a la musculatura esquelética y acantonarse de forma intracelular para vivir allí por varios años.
Las fases de la triquinosis son tres:
- De incubación: se trata del período que transcurre entre el momento de la ingestión del alimento infectado por la triquinosis y el surgimiento de los primeros síntomas, y éste puede durar un promedio de 25 días. Por lo general, el cuadro inicial incluye fiebre, dolores de cabeza y fatiga, aunque algunas personas atraviesan esta fase sin presentar ningún síntoma.
- De invasión: el 66% de los pacientes de triquinosis presentan durante esta fase un cuadro caracterizado por la presencia de fiebre de variada intensidad, un edema palpebral bilateral y dolor de cabeza. El edema no causa dolor y puede durar algunos días o varias semanas. También es común la inyección conjuntival en el canto externo del ojo (comúnmente se denomina «ojos rojos», y puede ir acompañado de una gran dilatación y de la percepción de cuerpos extraños que causen prurito).
- De estado: los síntomas de la infección, mencionados hasta el momento, empeoran en el 90% de los casos. Aproximadamente el 50% de los pacientes presenta diarrea, dolor abdominal y vómitos, además de urticaria y otras manifestaciones cutáneas de la triquinosis. También pueden aparecer, aunque con menos frecuencia, la arritmia, la insuficiencia cardíaca y la neumonitis.