La antisepsia es el proceso de eliminar los microorganismos que pueden provocar diferentes clases de infecciones o evitar su aparición. El término de nuestro idioma procede del vocablo francés antisepsie.
Para el desarrollo de la antisepsia, se utilizan antisépticos. Estos son productos químicos que impiden el desarrollo de los microbios o que los destruye, protegiendo los tejidos del organismo. La antisepsia es imprescindible para minimizar las probabilidades de infección en el marco de una intervención quirúrgica.
Como el propio término lo sugiere, la antisepsia es lo opuesto a la sepsis o septicemia: la infección que se genera por los microbios o sus toxinas que afectan la sangre. Cuando se lleva a cabo la antisepsia, no hay sepsis.
Desarrollo de la antisepsia
La antisepsia combina el uso de desinfectantes (que se encargan de eliminar los microorganismos que se encuentran en elementos no vivos) y de antibióticos (atacan los microbios presentes en el organismo). Estos antisépticos, a su vez, pueden inhibir el desarrollo y/o eliminar los microorganismos, según el caso.
Los antisépticos más eficaces son aquellos que actúan con rapidez, tienen un espectro amplio y sus efectos se extienden en el tiempo. Así se facilita la antisepsis y se previenen distintos tipos de infecciones.
El alcohol, el agua oxigenada, el yodo y los jabones son los antisépticos más comunes. Se trata de elementos de uso cotidiano, tanto para eliminar patógenos del cuerpo (al lavarse las manos con jabón antes de comer, por ejemplo) como para desinfectar objetos (cuando se aplica alcohol sobre aros o pendientes que atraviesan las orejas).
Productos naturales
Los amantes de los remedios caseros y los productos naturales no necesitan contar con un sinfín de medicamentos, ya que muchas de las frutas, verduras y flores que abundan en el hogar tienen poder antiséptico, y son ideales para tratar diferentes situaciones, desde heridas hasta la suciedad. Además, sus efectos son más intensos que los de sus equivalentes industriales.
Veamos algunos de los mejores antisépticos naturales:
- Zanahoria: si debemos enfrentar un problema de postulencias o desinfectar una herida, uno de los productos más efectivos es la zanahoria. Con respecto a su aplicación, basta con hervirla y rallarla, para elaborar una sencilla pasta que luego debemos esparcir sobre la zona afectada y dejar reposar unos minutos antes de retirarla con agua tibia.
- Cebolla: otro de los productos que comúnmente tenemos en el hogar, y que tiene más aplicaciones que la mera preparación de comida. La cebolla se encuentra entre los bactericidas más poderosos, y por eso sirve para prevenir los típicos resfríos de invierno. Se puede usar hervida, de forma similar a la zanahoria, o también cruda, aplicando sobre zona a tratar los finos tejidos que posee entre capa y capa.
- Lavanda: esta planta es favorita de muchos por su aroma y su aspecto, pero también tiene propiedades antibióticas y astringentes que la convierten en un producto ideal para practicar la antisepsia. Para ello debemos hacer una infusión con un puñado de ramas o de flores, y aplicar sobre el cuerpo.
- Ajo: se trata de uno de los productos naturales más versátiles, y en este caso nos interesa su acción fungicida. Para evitar que una herida se infecte, basta con pelar unos dientes de ajo, machacarlos hasta formar una pasta y luego aplicarla sobre la piel. Sirve también en problemas tales como el pie de atleta y las onicomicosis (una infección que tiene lugar en las uñas).
- Laurel: lejos de ser tan sólo un condimento, el laurel es un perfecto antiséptico y desinfectante, gracias a una serie de compuestos hallados en sus hojas que permiten crear una barrera contra las bacterias y los virus. Su aplicación puede efectuarse por medio de una infusión o de aceite esencial.
Es importante tener en cuenta, de todos modos, que un profesional de la medicina es quien debe indicar cómo tratar una herida ya que cuenta con los conocimientos científicos necesarios para eso.