Un condimento es un ingrediente que se utiliza para sazonar distintas comidas y realzar su sabor. Con origen en el latín condimentum, la palabra refiere a la sustancia o la mezcla ya preparada, la cual puede estar fermentada o almacenada en la modalidad de conserva, que se añade a los alimentos generalmente al momento de ingerirlos.
También conocidos con el nombre de aderezos, existen los condimentos secos (como ocurre con las especias y el queso rallado) y los condimentos líquidos (como las salsas o el jugo de limón). Los condimentos pueden ser elaborados de forma casera y artesanal o adquirirse en tiendas. Incluso, existen condimentos que se ofrecen en envases individuales y que pueden ser trasladados sin problemas de conservación.
Condimentos más populares
Los condimentos más consumidos a escala mundial son la sal, la pimienta, el aceite y el vinagre. Estos cuatro condimentos pueden utilizarse casi en cualquier comida, en mayor o menor proporción.
Otros condimentos muy populares son la mayonesa (una salsa emulsionada a base de huevo, aceite de oliva, sal y algunas gotas de jugo de limón o vinagre), la mostaza (un condimento de sabor picante que se produce con las semillas de plantas del género Brassica) y el ketchup o cátsup (salsa de tomate condimentada con vinagre, azúcar, sal y diversas especias), que se utilizan en sandwiches o para acompañar hamburguesas y salchichas, por ejemplo.
La salsa de soja, un condimento tradicional en Japón, ha adquirido en los últimos años una gran presencia en numerosos países. Se trata de un producto que surge cuando se fermentan granos de soja con trigo que ha sido tostado y partido. Estos granos se distribuyen en bloques y son sumergidos de manera repetida en un caldo frío compuesto por sal y agua. Este procedimiento se prolonga por alrededor de doce meses y hay ocasiones en las cuales se le añaden hongos para realzar el sabor.
Las bondades del orégano
El orégano es otro de los condimentos más ampliamente utilizados en el mundo, ya que es el perfecto compañero de las pizzas, de salsas de diversos tipos, sean de tomate o crema, de ensaladas, carnes, etcétera. Sin embargo, luego de un descubrimiento que tuvo lugar en la Universidad de Bonn, Alemania, en conjunto con el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich, su fama ha crecido aún más.
Resulta que fuera del ámbito culinario, una de sus virtudes es que ayuda a aliviar inflamaciones. El secreto reside en la beta-cariofilina (E-BCP), presente en gran variedad de hierbas naturales y especias, como ser la pimienta negra, la albahaca, el romero y, por supuesto, el orégano. Este principio activo no sólo sirve para tratar trastornos externos y de mediana importancia, sino que teóricamente podría combatir la arteriosclerosis y la osteoporosis.
Si bien esta sustancia no se puede consumir en grandes cantidades, no provoca intoxicaciones, a diferencia de otras que tienen finalidades similares. Además, no existen riesgos de una afección cerebral por consecuencia de su ingestión, cosa que también ocurre con otros productos naturales curativos asociados con la palabra estupefacientes. Como si todo esto fuera poco, se encuentra en abundancia en la naturaleza.
Otras acepciones del término condimento
Otra acepción de la palabra condimento puede usarse al hablar de una obra literaria, un programa televisivo o una película, por ejemplo, para referirse a ciertos elementos que ayuden a darle forma a la historia, sea colaborando con la estructura principal o bien intentando romper con el clima general para dar un respiro al público en medio de una escena muy trágica.
De esta forma, se puede decir que la acción, los enigmas, el humor, son condimentos que hacen al sabor de una obra.