Transporte marítimo es la denominación que identifica a una clase de traslado de mercancías o personas por vía acuática. Se trata de la más antigua de las modalidades que el ser humano diseñó e implementó para efectuar movimientos masivos de elementos.
Para conocer en profundidad cómo se organizan y se gestionan buques dentro de un territorio nacional hay que dirigir la mirada hacia la llamada Marina Mercante. Es importante que el Estado respalde a este sector con el objetivo de, por ejemplo, estimular un progreso sustentable que lleve a mejorar la competitividad y a incrementar la demanda de flota mercante de bandera nacional para fletes concebidos para tráfico internacional y cabotaje nacional.
Continuamente hay avances y novedades en relación al transporte marítimo, por eso es enriquecedor actualizar constantemente los saberes centrados en esta temática. No hay que pasar por alto, por ejemplo, que en la cuenta regresiva para la finalización del año 2024, autoridades de China y de Perú han firmado un par de memorándum de entendimiento que los compromete a fomentar el despliegue de un corredor verde de navegación y a cooperar en asuntos de seguridad marítima, infraestructura portuaria y digitalización del transporte, entre otros. En el marco de un plan de descarbonización del transporte marítimo orientado al año 2030, en tanto, se llevó a cabo en la región chilena de Magallanes un taller pensado para darle impulso a un eventual corredor verde naviero en la zona.
Tipos de transporte marítimo
El transporte marítimo abarca múltiples tipos de naves, pudiendo así adecuarse a diferentes servicios o funciones. También se distingue entre transporte marítimo de línea regular (aquel que cubre rutas de manera frecuente y se desarrolla entre puertos fijos) y un estilo personalizado bautizado como transporte marítimo en régimen de fletamentos (modalidad que supone un acuerdo – contrato – entre aquellos que necesitan hacer traslados de fuertes volúmenes de mercadería y navieros que cuentan con embarcaciones apropiadas para esos fines).
Los buques portacontenedores, por ejemplo, son navíos destinados al transporte simultáneo de muchos contenedores que se encuentran homologados y se cargan con toda clase de mercancías. Su funcionamiento es esencial para la cadena logística a escala mundial.
A la hora de trasladar productos que requieren refrigeración, en cambio, se utiliza el buque frigorífico, el cual está equipado con sistema de frío y posee aislación térmica. En los últimos tiempos, de todos modos, se han ido adaptando contenedores con el objetivo de volverlos aptos para transportar piezas congeladas o refrigeradas.
El buque de carga general (provisto con una grúa a fin de realizar tareas de carga y descarga en cada puerto), el granelero (reservado para desplazamientos de cargas secas a granel), el buque tanque o cisterna (destinado al almacenamiento y transporte de gases o líquidos a granel) y el petrolero (una variedad de buque cisterna que se diseña con la idea de trasladar crudo o derivados del petróleo) son otras de las alternativas. Es conveniente tener presente que el crucero y el ferry son dos tipos de buque de pasajeros que llevan y traen gente por diferentes rutas marítimas.
Características
El transporte marítimo se caracteriza por su versatilidad y flexibilidad, dos rasgos que se traducen en distintas posibilidades de viaje en función de cada necesidad. Hay disponibles desde pequeños buques hasta inmensas embarcaciones que se adaptan a toda clase de carga.
Hay, en este sector, unidades de capacidad variable diseñadas para soportar mucho peso, siempre contemplando espacios generosos en pos de traslados considerables. Otro aspecto a resaltar es su extenso alcance, dado que permite llevar una gran cantidad de productos y/o pasajeros cubriendo amplias distancias geográficas.
Es posible, además, combinar el transporte marítimo con otras opciones de traslados por tierra, consiguiendo así seguridad y, si el contenedor se comparte o se llena por completo, hasta se logra un ahorro económico en comparación a los costos de envíos o viajes en camiones, aviones o trenes.
Ventajas del transporte marítimo
Al transporte marítimo se le reconoce un gran número de ventajas.
En primer lugar, es fundamental para el comercio internacional y para desarrollar las dinámicas seguras de importación/exportación a través de puertos.
Gracias a él se pueden enviar y recibir enormes cantidades de productos y, con la modernización de los servicios, está garantizada la trazabilidad logística marítima. Respecto a este último punto mencionado, es interesante señalar que la tecnología al servicio de la industria marítima permite acceder en tiempo real a datos sobre localización o estados de contenedores cargados.
Las tarifas accesibles (y más convenientes si se las compara con los precios del transporte aéreo, por ejemplo) y la eficiencia de este método para enviar y recibir mercancías son otras de sus bondades.
Es usual, asimismo, que se reconozca al transporte marítimo como una propuesta sostenible ya que se está invirtiendo y trabajando en pos de la descarbonización del transporte marítimo y de la obtención de hidrógeno verde para barcos.