Abigeato es un delito que consiste en hurtar ganado. El término, cuya raíz etimológica se encuentra en la lengua latina (abigeātus), se emplea en el continente americano.
El abigeato está tipificado en diversos códigos penales. La acción implica la sustracción de vacas, ovejas, caballos u otros animales que son propiedad de una persona. Dicho delito es frecuente en las naciones que disponen de una actividad ganadera desarrollada, ya que los animales pueden tener mucho valor.
La lucha contra el abigeato
El abigeato era un flagelo difícil de combatir en el siglo XIX. Con los años, comenzaron a ponerse en marcha diversos mecanismos de seguridad que ayudaron a minimizar el hurto de ganado. México, Argentina y Uruguay son algunos de los países que, por sus características geográficas y sus actividades económicas, sufren el abigeato.
La construcción de zanjas o fosas que dificulten el traslado de los animales más allá de los límites del campo, el uso de vehículos para realizar un patrullaje y hasta la utilización de armas con fines defensivos o disuasivos son algunas de las acciones que suelen emplearse para luchar contra el abigeato. En algunos casos, incluso se apela al análisis de ADN para determinar si la carne que sale de un matadero o que ingresa a una carnicería es robada.
Características de este delito
El sujeto que comete el abigeato es señalado como abigeo. Cabe destacar que el abigeato también se conoce cuatrerismo, término que alude a la sustracción de cuadrúpedos. El cuatrero, por lo tanto, es quien lleva adelante el cuatrerismo.
Una de las características del abigeato que primero saltan a la vista son las zonas escogidas por los ladrones: dado que se trata de un delito en el cual debe intervenir la violencia y el traslado de animales muy pesados, lo normal es que el objetivo sean los campos más aislados, aquellos que se encuentran menos expuestos a la vigilancia. Por ejemplo, los abigeos suelen evitar las granjas que se ubican al costado de una carretera, ya que les convienen aquéllas cuyo acceso es más complicado, las menos comunicadas.
Por otro lado, es importante señalar que el abigeato no se practica de forma individual, o al menos no es lo más común; este tipo de hurto tan particular resultaría casi impracticable para una sola persona, ya que son varios los pasos a superar y los requisitos para llevar a cabo el trabajo sucio con éxito:
- Contar con un vehículo adecuado: es el primer punto y el más importante, ya que el camión debe estar preparado para recorrer los caminos rurales, pero también contar con el espacio y la potencia para trasladar la carga de animales o productos robados, una vez finalizado el abigeato.
- Llevar las herramientas necesarias: en este caso, todo depende de las características de la propiedad en la que el ladrón desee meterse y de la forma en la que haya decidido llevar a cabo el hurto. Si el terreno está protegido por un alambrado, entonces será necesario cortarlo y abrir un hueco lo suficientemente grande para sacar a los animales o incluso para entrar con el vehículo, por ejemplo.
- Conocimientos y destreza: el abigeato no siempre consiste en robar animales, sino que algunas bandas carnean y cuerean a los animales en el lugar, y luego se llevan los cortes para venderlos de forma clandestina. Sobra decir que este delito requiere una habilidad y un nivel de concentración muy particulares, para actuar con precisión y sin desperdiciar ni un solo segundo.
- Arreglos con las autoridades locales: por lamentable que parezca, es sabido que en muchas de estas historias la policía se compincha con los criminales, y ésa es la razón por la cual el abigeato puede proliferar a pesar de las denuncias de las víctimas.