Entrevista

Tipos de entrevista

La entrevista puede tener una finalidad periodística y desarrollarse para establecer una comunicación indirecta entre el entrevistado y su público. En este sentido, la entrevista puede registrarse con un grabador para ser reproducida en un programa de radio o como archivo de audio en un podcast; grabarse con filmadora para captarla en vídeo y emitirla en una programa de televisión; publicarse luego en un texto gracias a una transcripción; o llevarse a cabo mediante una videoconferencia, por mencionar algunas posibilidades. La grabación no siempre es indispensable ya que, en ocasiones, no se emite la entrevista grabada sino que se hace una entrevista en vivo.

Más allá del intercambio de preguntas y respuestas, en el periodismo es importante dar un contexto al contenido. Por eso, si la entrevista se convierte en un artículo o un reportaje, el periodista debe trascender el testimonio y aludir a las circunstancias que rodean al entrevistado y a los hechos que cuenta.

Las entrevistas también pueden ser de tipo científicas, cuya intención es promover la investigación sobre algún tema relacionado con la ciencia y que supone la obtención de información en torno a la labor de un individuo o grupo para poder influir sobre las opiniones y sentimientos que la comunidad a la que vaya dirigida tenga sobre ese tema.

En las ciencias sociales, se valen de la entrevista para acercarse a un determinado pueblo y conocer sus costumbres y demás temas relacionados con su cultura, lo cual proporciona datos fundamentales para desarrollar teorías relacionadas con la vida de dicha sociedad, sus conductas, deseos, creencias, etc. Para hacerlo, los científicos suelen mimetizarse con el grupo, viviendo con ellos y aprehendiendo a partir de la experiencia en comunidad los datos que necesitan para estudiar a dicho pueblo.

El concepto en el ámbito laboral

Una entrevista de trabajo, por otro lado, sirve para que un empleador conozca todo lo que desee saber sobre un posible empleado a fin de discernir si cumple o no con los requisitos necesarios para ocupar un puesto vacante. En este tipo de entrevistas, que forman parte de un proceso de selección de trabajadores, se realizan preguntas acerca de la experiencia laboral, las expectativas, la disponibilidad y demás asuntos inherentes a la aceptación de un puesto de trabajo.

A la hora de la selección de personal, una empresa lleva adelante varias acciones. Antes del reclutamiento hace pública la oferta laboral para que los interesados envíen su currículum vitae con los antecedentes profesionales y académicos, referencias, etc.

La entrevista se acuerda cuando el empleador desea llevar a cabo la evaluación de algún postulante. Dejando de lado las particularidades de cada caso, hay preguntas frecuentes en entrevistas laborales cuyas respuestas ayudan en la toma de decisiones. La contratación puede decidirse o descartarse según el desarrollo de la entrevista, que suele contemplar la negociación salarial para acordar la remuneración.

La entrevista no estructurada

Por otro lado, las entrevistas no estructuradas permiten acercarse más al interlocutor, son más flexibles y, si bien también hay un línea de preguntas que las guía, estas no son rígidas y permiten que el entrevistador repregunte aquello que considere importante o profundice en ciertos temas que son de su interés o que crea que pueden interesar a sus interlocutores.

Las ventajas de este tipo de entrevistas es que las preguntas se adaptan al entrevistado en cuestión y la misma entrevista podría servir para diversas situaciones y sujetos. Además permite profundizar en temas de un determinado interés y orientar las hipótesis hacia áreas de nueva exploración. Entre sus desventajas está la dificultad para tabular los datos obtenidos, el requerimiento de una cierta habilidad técnica por parte del entrevistador y un mayor conocimiento sobre el tema de la entrevista.

Una entrevista no estructurada puede ser a profundidad (se busca que el entrevistado exprese de forma oral su percepción sobre un determinado acontecimiento), enfocada (si bien puede ser una entrevista en profundidad, se encuentra dirigida a un sujeto en particular y en una situación concreta de la que el individuo haya sido protagonista) o focalizada (entrevista grupal que permite acercarse a un hecho puntual con una mayor facilidad de reflexión sobre la temática que se trata).

Roles y metas

En una entrevista intervienen dos sujetos: el entrevistador (el que realiza las preguntas y guía la conversación) y el entrevistado (el que responde y que es el protagonista de dicha conversación). Además, para que pueda llevarse a cabo es necesario que exista un interés para el intercambio comunicacional. Por ejemplo, si un escritor acaba de sacar un libro y le realizan una entrevista, habrá un interés común para que se lleve a cabo la misma: el entrevistador tendrá la intención de saber de boca del autor todo en referencia a la obra y el entrevistado querrá dar a conocer a su libro y promocionar su trabajo a través del medio que lo entreviste.

Antes de realizar una entrevista es necesario que se planteen ciertas metas, que tienen que ver con las funciones que dicha entrevista cumplirá para la comunidad que va a recibirla. De acuerdo al entorno de dicha comunidad podrán realizarse unas u otras preguntas.

A la hora de hacer una entrevista es muy importante tener en cuenta ciertas pautas, que de llevarlas a cabo permitirán un mayor aprovechamiento del tiempo con el entrevistado.

• Comenzar el diálogo de forma cordial, creando un lazo con el interrogado que ayude al desarrollo de una entrevista fluida e interesante.
• No abandonar al entrevistado a su suerte, sino ayudarlo a proporcionar la respuesta a la pregunta que se ha formulado.
• Permitir que el interlocutor se explaye tranquilamente, sin cortar la comunicación y una vez que terminó complementar con aquello que se considera importante (señalar fechas o sucesos, por ejemplo).
• Crear preguntas que no sean embarazosas para el interlocutor, sino que estén relacionadas con el tema que interesa.
• Ser espontáneo y directo sin acudir a métodos soberbios o astutos.