Población rural es aquella comunidad afincada fuera de las áreas urbanas. Estos poblados no están en las ciudades sino en el campo, dedicándose a tareas mayormente vinculadas al ámbito agrario. La agricultura, la pesca y la ganadería son parte de las principales fuentes de empleo rural.
La realidad de las comunidades rurales, las cuales abundan en naciones no tan desarrolladas e industrializadas, es muy diferente a la de la sociedad que se concentra en núcleos urbanos. En las áreas rurales la densidad poblacional tiene índices bajos y el desarrollo urbanístico es mínimo. En ellas, la gente establece un fuerte contacto con el medioambiente y suele, aunque no en todos los casos, ganarse la vida a partir del aprovechamiento de diversos recursos naturales.
En general, las comunidades rurales, donde suele haber familias con un montón de integrantes, presentan varias limitaciones. La infraestructura es básica, el Estado no suele garantizar en zonas rurales el acceso a servicios esenciales para la subsistencia y una buena calidad de vida, los ingresos económicos son bajos y, en ese contexto, hay que esforzarse mucho para progresar.
Características de la población rural
Las características de la población rural engloban aspectos positivos pero también múltiples cuestiones que atentan contra el bienestar y el avance de quienes están instalados en áreas rurales.
En la mayoría de los casos, el empleo que consiguen corresponde a actividades propias del sector primario. Entran en esta categoría la explotación forestal, la pesca, la agricultura y la ganadería, por ejemplo. El cambio climático está haciendo estragos y sus consecuencias, entre ellas el incremento de la temperatura y fenómenos extremos como inundaciones dramáticas y sequías prolongadas, son enemigas de la prosperidad del medio rural.
Las familias que residen en el campo están rodeadas, habitualmente, de un entorno natural que no suele estar expuesto a desgastes o deterioros considerables. El ritmo cotidiano de estos pobladores, en comparación con la dinámica vertiginosa de las grandes ciudades, es ampliamente más relajado.
El costo de vida en las zonas rurales acostumbra ser bajo, así como la calidad de vida (pese a la tranquilidad que se respira en territorios donde reina la naturaleza) es precaria porque no hay, o es insuficiente, la infraestructura.
La movilidad rural no es óptima en gran parte de las áreas alejadas de los centros urbanos, así como tampoco son sólidas las condiciones sanitarias reinantes. Hay mucho trabajo y esfuerzo por hacer en el ámbito de la salud rural, pero con la solidaridad y el esfuerzo de unos pocos voluntarios no alcanza. Es imprescindible investigar científicamente, financiar acciones que contribuyan con el cuidado de la salud física y mental de los habitantes y aprovechar la tecnología para minimizar los obstáculos que restringen o impiden que alguien sea evaluado, diagnosticado y tratado por un profesional de la medicina.
Actividades económicas en áreas rurales
Las actividades económicas en áreas rurales están, tal como se mencionó líneas arriba, conectadas con la naturaleza. Los suelos y los cultivos, trabajados y explotados en el marco de la agricultura, permiten producir alimentos y materias primas útiles para la industria textil.
Hay un amplio abanico de modalidades. Desarrollando la tarea con conciencia ecológica y social buscando el menor impacto negativo posible sobre el planeta, sin exigir al extremo a los recursos, por indicar una posibilidad, se demuestra la existencia de una agricultura sostenible. Diversificando el enfoque en torno a prácticas típicas del rubro y persiguiendo el objetivo de aplicar procesos de tipo ecológico en sistemas de producción del universo agrícola, en tanto, cobra protagonismo la agroecología. ¿Los propósitos de esta disciplina? Conseguir una metodología que, a nivel social, resulte justa; en materia económica, eficiente; y en relación a la naturaleza, sostenible.
El abastecimiento hogareño de alimentos extraídos de la tierra, por otra parte, surge de la llamada agricultura familiar. En ocasiones, los productos que generan son orgánicos y no se someten a procedimientos que impliquen la aplicación de químicos.
Profundizando en las variedades y estilos de la labor agrícola salen a la luz, además, conceptos como los de agricultura intensiva, agricultura extensiva y agricultura de precisión.
La avicultura (especializada en la cría y cuidado de diferentes especies de aves, algunas de las cuales se explotan comercialmente), la pesca, la ganadería y la apicultura (denominación que identifica a la actividad de sacar provecho de las elaboraciones naturales de las abejas) son otras de las áreas de trabajo que no le resultan ajenas a los hombres y a las mujeres de campo.
Desarrollo sostenible en la población rural
El desarrollo sostenible en la población rural va de la mano, indefectiblemente, con fuentes de empleo decentes y de políticas gubernamentales que les proporcionen a estas comunidades herramientas para subsistir, prosperar y vivir dignamente.
La economía rural no debería centrarse en una agricultura de subsistencia que resulta muy pobre en materia productiva, por ejemplo. Además, es importantísimo estimular la educación rural y mejorar tanto los caminos como los servicios de transporte rural.
Cuidar la salud de la comunidad es otro aspecto que debería figurar entre las prioridades tanto de los gobernantes como de los mismos perjudicados por la inexistencia de servicios básicos en zonas rurales. El saneamiento básico que, en esos territorios, permita abastecer a la gente de agua apta para ser consumida por los humanos y garantice el tratamiento adecuado de las aguas residuales alcanza para evitar que los pobladores se enfermen por ingerir agua contaminada o padezcan patologías asociadas a una mala higiene.
Los cambios sociales y el progreso económico sostenible llegan en la población rural cuando hay una voluntad seria, sólida y constante de asistir y acompañar a toda la comunidad para que sus miembros accedan a viviendas, empleos y sistemas educativos dignos. El panorama social, tanto en el campo como en la ciudad, se tornará amigable, respetuoso y justo cuando de una vez por todas y para siempre se erradiquen la explotación laboral, el trabajo infantil y la desigualdad, entre otras graves problemáticas.