La taxonomía es la ciencia de la clasificación que se aplica en la biología para la ordenación sistemática y jerarquizada de los grupos de animales y de vegetales. El término tiene su origen en un vocablo griego que significa “ordenación”.
Podemos determinar que la taxonomía se divide en dos: la microtaxonomía, que se encarga de delimitar y describir a determinadas especies; y la macrotaxonomía, que clasifica en base a los criterios otorgados por la anterior rama.
Taxonomía y sistemática
Es importante establecer que la taxonomía está relacionada con la sistemática: la ciencia que se encarga de llevar a cabo el estudio de las relaciones de parentesco, también llamadas afinidades, que se producen entre las distintas especies.
Todo ello sin pasar por alto la estrecha vinculación que existe entre la taxonomía y otras ciencias o cuestiones tales como la evolución, la paleontología, la genética, la biología molecular, la filogenia y la embriología.
Parentesco entre organismos
La taxonomía biológica forma parte de la biología sistemática, dedicada al análisis de las relaciones de parentesco entre los organismos. Una vez que se resuelve el árbol filogenético del organismo en cuestión y se conocen sus ramas evolutivas, la taxonomía se encarga de estudiar las relaciones de parentesco.
Además de todo ello hay que subrayar que, a la hora de trabajar con la taxonomía, desarrollarla y ponerla en práctica, se hace vital tener en claro los distintos conceptos que son fundamentales en la misma. Este sería el caso de los siguientes:
- Carácter, que refiere a las características de una planta, por ejemplo.
- Estado del carácter; es decir, los valores que puede adquirir el carácter.
- Caracteres diagnóstico, que se usan para proceder a discriminar taxones.
- Caracteres derivados. Se identifican por ser de tipo dinámico y porque pueden aportar información acerca de la aparición de nuevos linajes. Todo ello lo pueden realizar gracias a que son los estados que puede tener un carácter de manera diferente a su ancestro, ya que son modificados.
Función de la taxonomía
Existen diferentes posturas respecto a la taxonomía, aunque en general se sostiene que su función comienza cuando ya está definida la filogenia de los taxones. Por eso la taxonomía organiza el árbol filogenético dentro de un sistema de clasificación biológica.
La visión más extendida entiende a los taxones como clados (ramas del árbol filogenético, con especies emparentadas por un antepasado común) que ya fueron asignados a una categoría taxonómica.
El proceso de la taxonomía continúa con la asignación de nombres (de acuerdo a los principios de la nomenclatura), la elaboración de las claves dicotómicas de identificación y la creación de los sistemas de clasificación.
Los taxones permiten clasificar a los seres vivos a partir de una jerarquía de inclusión (cada grupo abarca a otros menores mientras está subordinado a uno mayor). Las categorías fundamentales, desde la más abarcativa hasta la menor, son el dominio, el reino, el filo o división, la clase, el orden, la familia, el género y la especie.
Cabe destacar que los avances en la secuenciación de ADN y los problemas de biodiversidad suponen grandes retos para la taxonomía.
La nomenclatura
Se denomina nomenclatura a la subdisciplina que se encarga de la aplicación de las normas para el nombramiento y la descripción de los taxones. La finalidad de la nomenclatura es que no haya dos taxones distintos con idéntico nombre y que cada uno de los organismos cuente con un único nombre correcto.
Los códigos internacionales de nomenclatura recogen las reglas que se utilizan. Es posible mencionar al Código Internacional de Nomenclatura Botánica (CINB), el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica (CINZ) y el Código Internacional de Nomenclatura para Algas, Hongos y Plantas (CINAFP), por ejemplo.
Como se puede advertir, la taxonomía contempla distintos códigos para cada disciplina. Esto implica, en la teoría, que un mismo nombre se puede emplear para denominar a un animal y a una planta. De todos modos, esta práctica no resulta recomendable.
Debe considerarse que las reglas de nomenclatura, por lo general, son retroactivas. Los nombres científicos se escriben en latín (o latinizados) y se conoce como principio de prioridad a la regla que establece que el primer nombre publicado de acuerdo al código correspondiente es el correcto para el taxón en cuestión.
Cabe destacar que, en el siglo XVIII, el sueco Carl Linneo (1707–1778) ideó la llamada nomenclatura binomial. Linneo propuso que el nombre científico de las especies se forme con dos palabras en latín: el nombre del género y el nombre específico.
Ejemplos de taxonomía
Podemos encontrar un ejemplo de taxonomía en la clasificación biológica del perro. El nombre científico de la especie es Canis familiaris, que integra el dominio Eukaryota, el reino Animalia, el filo Chordata, la clase Mammalia, el orden Carnivora, la familia Caninae, la tribu Canini y el género Canis.
Debe considerarse que se reconocen distintas razas dentro de esta especie, como el pastor alemán, el caniche y el bulldog. Todas estas razas integran la especie Canis familiaris en la jerarquía taxonómica.
Tomemos hora el caso de los gatos domésticos. Así se denomina coloquialmente a cada miembro de la subespecie Felis silvestris catus. La taxonomía muestra que desde el reino hasta el orden, perros y gatos comparten la misma clasificación. Las diferencias aparecen recién a partir del suborden.