Anfígeno es el elemento químico que forma parte del grupo compuesto por el polonio, el telurio, el selenio, el azufre y el oxígeno, ubicados todos en la misma columna de la periódica.
Se trata de un adjetivo que deriva del amphigène. La etimología del concepto está asociada a la capacidad de ciertos elementos de crear compuestos básicos o ácidos. En su estructura encontramos el prefijo amphi- («de los dos lados») y el componente léxico genos («producir»).
Descripción general
Los anfígenos también se conocen por el nombre de calcógenos y presentan seis electrones de valencia. A pesar de ello, la propiedad de cada uno puede posicionarlo más hacia el extremo de los metales o hacia el de los no metales, dependiendo de su número atómico.
El conjunto de los antígenos es llamado grupo 16 o grupo del oxígeno (por su primer elemento), anteriormente denominado grupo VI A. Mientras que los primeros tres elementos son no metales (el oxígeno, el azufre y el selenio), los dos restantes son metaloides (el telurio y el polonio).
Los anfígenos tienen que aceptar un par de electrones para alcanzar la configuración electrónica que caracteriza a un gas noble. Por eso suelen exhibir un estado de oxidación negativo. Sin embargo, a medida que descienden en el grupo se aprecian menores potenciales de ionización y estados de oxidación con valores por encima de cero, algo más característico de los metales. Entre los diferentes anfígenos encontramos propiedades muy diferentes, algo que se puede notar en su reactividad. Esto se debe a que estos elementos son muy variados, como podremos ver en el apartado siguiente.
Ejemplos
Tres ejemplos comunes de anfígenos son el oxígeno, el azufre y el selenio. Con respecto al primero, podemos decir que, en su estado natural, es el elemento más abundante de la Tierra. Este anfígeno puede encontrarse libre en la atmósfera (O2), combinado en el agua (H2O) y dando lugar a múltiples oxosales y óxidos.
El oxígeno es un gas que no tiene color, olor ni sabor. Es ligeramente soluble en agua, medio en el que se encuentra en un 89 por ciento. El azufre, en tanto, puede hallarse libremente en volcanes, por ejemplo, y combinado en sulfuros y sulfatos. Es insoluble en agua, pero sí se puede disolver en productos orgánicos. Forma dióxido de azufre (SO2), en especial cuando se encuentra en carburantes fósiles que entran en combustión, donde se observa una llama azul. Puede combinarse con metales y con no metales.
El selenio es un mineral que encontramos en la naturaleza, en casi todos los suelos y en muchas rocas. En su estado puro, podemos verlo en forma de cristales hexagonales, con tonalidades grisáceas metálicas, o bien en color negro. Por lo general, se ve en combinación con minerales de plomo, cobre, níquel o plata, o bien con sulfuro.
Usos
Los usos de los anfígenos son múltiples. Si nos centramos en el oxígeno, se emplea en la medicina, como agente oxidante y para blanquear papel. También tiene aplicaciones en la obtención del cemento, en la soldadura de metales, en los vuelos (tanto comerciales como militares) y en el ámbito del buceo.
El azufre, por otra parte, se usa para vulcanizar el caucho y en la producción de pólvora, ácido sulfúrico y diferentes plásticos. También se aprovecha en ámbitos como la medicina dermatológica, la cosmética, y la farmacología.
Con respecto al selenio, se suele usar en la industria electrónica, pero también sirve como suplemento nutritivo en el ámbito gastronómico, para la elaboración de pigmentos en pinturas varias y plásticos, en la fabricación de vidrio, como aditivo nutricional para animales de granja, para producir caucho, fungicidas, pesticidas, medicamentos y champús, entre otras aplicaciones.