El desarrollo personal es la evolución o el crecimiento a nivel individual que cada ser humano va experimentando a lo largo de toda su existencia.
Se trata de un proceso transformador marcado por la adquisición de habilidades de comunicación y por la construcción de relaciones interpersonales. Las personas, con el correr de los años, vamos aprendiendo múltiples cuestiones, descubriendo destrezas, generando lazos sociales y sumando recursos que favorecen nuestro bienestar, aunque a veces afrontamos a obstáculos, equivocaciones, situaciones problemáticas y malas decisiones que ponen en jaque o impiden aquello que se considera como una buena calidad de vida.
Beneficios del desarrollo personal
El desarrollo personal es necesario y valioso porque implica avances propios, logros y herramientas que dan la posibilidad de cumplir sueños, enfrentar desafíos, fijar un propósito de vida y conseguir la superación personal.
Más allá de las motivaciones, intereses, preferencias y estilos de vida que posea cada sujeto, todos requerimos un buen nivel de autoconocimiento, autoestima y autodisciplina para poder identificar y reconocer virtudes, defectos, fortalezas y debilidades personales e ir por la vida de manera consciente, segura y firme aprovechando lo que se tenga a favor e intentando mejorar los aspectos o las cuestiones que hagan falta.
Al encaminar el desarrollo personal y trabajar fuerte para ir cumpliendo metas uno consigue conocerse más y mejor llegando a valorarse, cultivar su inteligencia emocional y fortalecer así su salud mental. Además, se abren espacios y oportunidades para ampliar el círculo social, traspasar eventuales limitaciones, prosperar tanto interna como profesionalmente y ganar autonomía, por ejemplo.
Muchas son las técnicas y las estrategias que favorecen el desarrollo personal teniendo a especialistas de diferentes disciplinas como aliados de este plan. Como cada proyecto de vida es único, al momento de buscar apoyo, guías o referentes conviene tener presente y muy en foco qué se está buscando o necesitando en concreto para sentirse realizados o en plenitud.
Las metas podrán diferir entre unos y otros, pero en todos los casos el desarrollo personal es enriquecedor y contribuye al empoderamiento, al amor propio y a la satisfacción personal.
Claves para evolucionar internamente
Entre las claves para evolucionar internamente y llegar a un grado óptimo de estabilidad física, anímica, mental y espiritual adquieren relevancia la capacitación, la buena disposición hacia el aprendizaje continuo y la voluntad de cambio en pos de una mejor calidad de vida.
Aunque el proceso es individual y están dentro de cada uno el poder y el coraje para trazar metas y correr tras ellas, un coaching personal resulta de gran ayuda cuando se necesita visualizar el potencial propio, reconocerse y reflexionar acerca de cómo superar barreras, vivir en armonía, tener bajo control las emociones, acoger una disciplina positiva y desenvolverse favorablemente en la toma de decisiones y en la gestión de conflictos.
Es fundamental, asimismo, sacarle provecho a la PNL (Programación Neurolingüística) a fin de perfeccionar la comunicación interpersonal para minimizar malos entendidos en los diálogos y conectarse con los demás a partir de un lenguaje claro, comprensivo y basado en la empatía. También es una herramienta útil para fomentar el pensamiento positivo y alimentar la mente con contenidos surgidos del optimismo, la confianza y la gratitud.
El mindfulness, el yoga y la meditación, al igual que la terapia psicológica, son otros recursos de enorme valor para apuntalar y facilitar el proceso de crecimiento personal.
Desafíos que plantea el desarrollo personal
El desarrollo personal plantea múltiples desafíos. En simultáneo a los avances internos hay que hacerle frente a circunstancias imprevistas de la realidad cotidiana, ocuparse de adaptar el temperamento y dejar aflorar lo mejor de la personalidad que se tenga, especialmente en situaciones límite.
No es sencillo, pero tampoco imposible, hacer un cambio de hábitos acorde a la propia filosofía de vida ni alcanzar un equilibrado balance de vida-trabajo. Se requiere mucha paciencia, autocompasión y respeto personal para incorporar prácticas beneficiosas para mente, cuerpo y espíritu y acostumbrarse a repartir el tiempo entre las obligaciones diarias, el disfrute y el descanso.
La ambición y el afán de liderazgo o de progresar profesionalmente son estímulos inspiradores que funcionan como combustible, aunque hay que aprender a limitarlos para no excederse ni fanatizarse con las responsabilidades que agotan tanto física como mentalmente.
Nada mejor, entonces, que encarar los obstáculos con energía positiva y creatividad para intentar solucionarlos a la brevedad; fortalecerse incesantemente para que los momentos de crisis puedan sobrellevarse lo mejor posible y tener siempre rutinas de autocuidado. Uno puede prepararse para dar lo máximo a nivel laboral y sumar valores y herramientas para ser un ejemplo de persona desde una perspectiva humana o moral, pero la paz interior, la felicidad y el bienestar integral se alcanzan y perduran cuando también se comparten momentos con familiares y amigos, se realiza ejercicio físico y se cuida la nutrición, por enumerar algunas prácticas que benefician el proceso de realización individual.