El vaho es el vapor emanado de un cuerpo en ciertos contextos. La noción deriva de la onomatopeya baf.
Por ejemplo: “El joven intentó observar a su padre a través del vaho, pero la visibilidad era escasa”, “¿Qué es ese vaho pestilente que apesta toda la casa?”, “Voy a tratar de quitar el vaho del parabrisas”.
Distintos usos del término vaho
En el lenguaje coloquial, el concepto suele usarse con referencia a un olor desagradable: “¡Vete a bañar! Cuando ingresaste a la sala, pude sentir el vaho”, “Te sugiero que limpies el baño: hay mucho vaho en el ambiente”, “La mujer encendió un incienso para contrarrestar el vaho que entraba por la ventana”.
La idea de vaho también se emplea respecto al vapor de agua: “Mientras tomaba una ducha con agua bien caliente, el vaho se impregnó en el espejo”, “Cuando me desperté, noté que el vaho cubría los vidrios del automóvil”, “Por favor, abre un poco la ventana para que se vaya el vaho”.
Un método de curación
Se llama vaho, por otra parte, al método de curación que implica inhalar vahos con ciertas sustancias para lograr aliviar algún malestar. Los vahos suelen realizarse cuando una persona tiene la nariz congestionada por mucosidad: al respirar por la nariz, los vahos ingresan por las fosas nasales y contribuyen a disolver las obstrucciones.
Esta técnica de inhalación de vapor de agua también puede usarse para ablandar, humedecer y deshacer la mucosidad de los bronquios, la garganta e incluso del oído interno. Una de las ventajas de los vahos es que se trata de uno de los remedios caseros más fáciles de elaborar y aplicar: el único ingrediente absolutamente necesario es el agua, pero si queremos potenciar los efectos podemos agregar un manojo de hojas de alguna planta medicinal, como tomillo, eucalipto, manzanilla, orégano, pino, romero o té.
Tratamiento con vahos
Cabe mencionar que incluso los médicos suelen indicar la realización de vahos para complementar tratamientos contra ciertas enfermedades, tales como bronquitis, gripe o resfrío. Lo primero que debemos hacer es llenar una olla con agua y dejarla al fuego hasta que hierva.
Mientras tanto, es un buen momento para preparar las hojas que hayamos conseguido; si mezclamos más de una planta medicinal, es posible que obtengamos mejores resultados. Una vez que el agua comienza a hervir, debemos apagar el fuego y retirar la olla, para colocarla en un sitio donde podamos hacer las inhalaciones con comodidad. Entonces, echamos las hojas en el agua y tapamos la mezcla.
El procedimiento de los vahos es bastante sencillo: solamente debemos permanecer sentados frente a la olla, e inclinarnos de manera que el rostro quede justo encima de ella durante varios segundos para inhalar el vapor, y luego descansar para volver a empezar. Por otro lado, para conseguir el efecto deseado, se aconseja colocar una toalla sobre la cabeza, que cubra también la olla, de manera que no dejemos escapar el vapor.
Mientras realizamos los vahos se recomienda descubrir la olla gradualmente, moviendo la tapa ligeramente para que el vapor salga con la mayor concentración posible. Recién cuando la temperatura del agua haya disminuido al punto de emanar muy poco vapor será necesario destapar la olla por completo, y esto suele ocurrir a los veinte minutos de haber comenzado el procedimiento.
El concepto en Nicaragua
En Nicaragua, por último, se denomina vaho a un plato que se realiza con carne y se cocina al vapor.
La preparación tradicional implica poner un poco de agua en una olla y llevarla al fuego: en la olla, sin que toque el agua, se colocan unas varillas que sirven como soporte para la carne, el tomate, el repollo y el resto de los ingredientes, que se cocinan con el vapor.